Futbolistas de ida y vuelta

La estrella de Francia en esta Eurocopa podría llamarse António Lopes. La costumbre, en Portugal, es que el apellido materno anteceda al paterno, aunque el que se transmite es éste, y la madre de Antoine Griezmann se llamaba Isabel Lopes, hija de Amaro, un antiguo futbolista profesional luso, del Paços de Ferreira, emigrado a la ciudad francesa de Macon en los años cincuenta. Hubo incluso una pequeña posibilidad de que el delantero jugase con la selección que hoy tratará de impedirle la consecución del título continental. En 2012, la Federación Francesa lo sancionó por una falta de disciplina en una concentración de la sub’21 y los avispados dirigentes portugueses intentaron reclutarlo. Fue en vano y el resto es historia.

La enorme colonia lusa establecida en Francia en las décadas centrales del pasado siglo se ha reproducido y cerca de dos millones de oriundos portugueses residen en el país vecino, adonde han trasladado su pasión por el fútbol. En 1995 y 1996, Portugal fue pionera en la deslocalización de eventos deportivos y así se organizaron dos ediciones de su Supercopa en el Parque los Príncipes. Por entonces, la selección francesa ya se beneficiaba de los servicios de dos hijos de inmigrantes, Reinaldo Pedros y Robert Pires, que fue campeón mundial y europeo con los «bleus», un talento exportado que la Federación Portuguesa se propuso repatriar.

Antes que con Griezmann, la FPF lo intentó con el hoy sevillista Kevin Gameiro, un parisino nieto de portugueses que ni siquiera habla el idioma de Camoes y por eso esperó su oportunidad con Francia, aunque ha vivido con mucha desilusión su descarte para la Eurocopa. Entre los veintitrés jugadores que hoy gritarán en el estadio de Saint-Denis «a las armas», la más célebre estrofa del himno portugués, se hallan sin embargo tres futbolistas nacidos en el país galo y formados en clubes franceses. Anthony Lopes, guardameta suplente de Rui Patricio y titular en la portería del Olympique de Lyon; Raphaël Guerreiro, un prometedor lateral zurdo por el que el Borussia Dortmund acaba de pagar una millonada al Lorient; y Adrien Silva, centrocampista bordelés que juega en el Sporting de Lisboa.