Golf

Gonzalo Fernández Castaño: "¿Por qué Javier Bardem puede decir lo que quiera y yo no?"

El golfista madrileño se declara fan de Jon Rahm, al que coloca a la altura del mítico Seve Ballesteros, y de Donald Trump: «Es un personaje divertido y además buen golfista»

Entrevista con Gonzalo Fernandez Castaño, Golfista. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón 11 10 2023
Gonzalo Fernandez Castaño. © Alberto R. Roldán / Diario La RazónAlberto R. RoldánFotógrafos

Gonzalo Fernández Castaño cumple este viernes 43 años, pero entre sus planes no está retirarse. Es un adicto a la adrenalina de la competición y tiene cuerda para rato. Desde hoy juega el Acciona Open de España, donde ha presentado su colaboración con la marca de ropa de golf Umanaq, de la que es socio y embajador.

¿A qué edad se retira un golfista profesional?

Es una buena pregunta. De lo que no cabe duda es que en el deporte en general las carreras son más largas ahora, señal de que nos cuidamos más físicamente, nutricional, mentalmente. Está todo más profesionalizado. El caso más claro es el tenis, que tres de los cuatro magníficos siguen al pie del cañón casi con 40 años. Antes era impensable, con 32 estabas ventilado. Y en golf pasa un poco mismo con la diferencia de que a los 50 tenemos el circuito senior. A veces la cabeza me dice que pare, pero por otro lado pienso que me quedan siete años para el senior, si paro me va a costar retomarlo. Así que de alguna forma quiero mantenerme activo para llegar a los 50 años con cierto nivel competitivo y meter caña. A mí lo que me gusta es la competición. Si has tenido la suerte de estar arriba como yo, y ganar torneos, la adrenalina que te genera, ese cosquilleo de la competición no lo he conseguido replicar con nada en la vida. Entonces cuando estás viéndolo desde el sofá y no participas lo echas demasiado de menos y por eso quiero seguir.

Usted hace muchas cosas fuera de los campos, pero supongo que como jugar no hay nada...

Es una droga a la que te haces adicto y una vez que lo sientes no quieres hacer otra cosa. Pero las carreras profesionales tienen un principio y un final, y ese ocaso de mi carrera me ha preocupado, porque algunos no han acabado bien. Una vez dejas la competición no es fácil encontrar tu sitio y ahí he sido muy inquieto y a nivel empresarial me ha gustado enredar. Tengo varios proyectos que de alguna forma u otra te quitan presión en el aspecto deportivo, porque juegas un poco más tranquilo al diversificar tu negocio.

Por si acaso ya se ha metido en el mundo del podcast...

No sé si me llamaría influencer... La gente tiene curiosidad cómo es la vida de un profesional, cómo es Jon Rahm, qué pasó en este torneo, anécdotas... Y un día hablando con mi amigo Alejandro Larrazabal pensamos en montar un podcast para contar cosas como dos amigos charlando de golf. Si a eso le unes que tenemos acceso a jugadores, que se unen para contar sus historias y lo ven como una charla de amigos y no como una entrevista, que se ponen una coraza. Tenemos un público muy fiel y nos lo pasamos bien y a la gente le divierte, que es de lo que se trata, porque los deportistas son entretenedores.

"Golf sin etiquetas" se llama el suyo...

Queríamos darle una versión más informal y el logo soy yo partiendo un palo que es una foto que me hicieron en Inglaterra de la que no estoy muy orgulloso. Refleja el tono desenfadado y diferente del programa.

Después del último “Grande” de Rahm, algún tertuliano metió un poco la pata...

Saben de todo: de Israel, de Palestina, de covid, de política, de deporte. Fue un auténtico disparate. El golf lleva colgados una serie de estigmas que nos está costando mucho desprendernos de ellos. Con el covid la gente se dio cuenta de que es un deporte sanísimo, al aire libre, con distancia social. Ese boom unido al de Jon Rahm hace que el golf en España esté en un momento dulce. Tenemos un Jon Rahm que es lo que ha sido Nadal al tenis y no sólo en lo deportivo, porque Jon es un comunicador alucinante, siempre dice las palabras correctas, está en el lado correcto de la balanza. Es el mejor embajador del golf y del deporte español y eso hay que aprovecharlo para quitar los estigmas: que si consume agua, aunque ya no se riegan campos con agua potable. Todo ese tipo de cosas, yo como comunicador creo que es mi labor contarlas y abrir los ojos a la gente que tiene esas etiquetas. Y esa era la idea de "Golf sin etiquetas", hablar de forma diferente, demostrar que el golf es accesible a todo el mundo. De hecho, nuestros campeones son todos de familias humildes, nadie desciende de la pata del Cid.

Usted es de todo menos políticamente correcto.

Estoy harto de eso. La vida es dura y si te ofenden mis palabras ponte unos tapones en los oídos. Lo políticamente correcto me cansa mucho. Hay que alzar la voz, aunque parece que sólo los de un lado pueden hacerlo. ¿Por qué Javier Bardem puede decir cosas y yo no puedo? Y salen con lo de que no se puede unir deporte y política. Yo hablaré lo que me parezca oportuno y a veces levanto ampollas, lo siento, no es mi intención.

¿La batalla del relato la ganó la izquierda?

La batalla del relato la tiene ganada ligeramente la izquierda. Lo cómodo ahora es ser progresista o de izquierdas porque parece que estás en posesión de la verdad siempre. Eso sería lo cómodo y lo fácil. Y si dices algo contrario eres un fascista o de ultraderecha. Un disparate. Toni Cantó ha sido muy criticado por sus cambios de partido, pero vamos a mirarlo de otra forma: mis ideas políticas están en el mismo sitio, lo que pasa es que la gente se está escorando más hacia el otro lado y por eso estoy más lejos, se han ido radicalizando, mis ideas no han cambiado.

Lo fácil es ser de izquierdas, porque estás en posesión de la verdad y todo lo demás es incorrecto.

Se montó un buen lío cuando se puso una gorra de apoyo a Trump

Soy fan de Trump porque jugué con él al golf cuando nos mudamos a Miami. No había entrado todavía en política y estaba inaugurando su campo. Me cayó muy bien, no puedo negarlo y es un tipo que dice unas cosas y llega al poder y las cumple. Lo único que no cumplió es que parecía que iba a entrar en guerra con el coreano y al final hasta se hicieron amigos. No hizo nada que no dijese que iba a hacer. Me parece divertido, es un buen golfista, y ha hecho un montón de cosas por el golf en Estados Unidos, aunque también ha sido denostado por el PGA y criticado a todos los niveles. A mí es un personaje que me divierte y quizá nos haría falta un Trump aquí en España, un Miley, un personaje de ese tipo, porque lo que tenemos...

¿Duerme tranquilo con Pedro Sánchez en el gobierno?

Yo he perdido la fe en España y me parece increíble con todas las mentiras de estos últimos años el PSOE pueda sacar más de ocho millones de votos. Avalando todo lo que ha hecho en esta legislatura. Hace cuatro años al votante socialista le pudo pillar en un renuncio y no podía pensar en que podía negociar con Podemos, con Bildu... Pero visto lo visto y que le hayan vuelto a votar... A Pedro Sánchez se le pueden echar muchas cosas en cara, pero no hay duda de que es un auténtico animal político, que nos pilló a todos con el pie cambiado con el adelanto electoral y se ha vuelto a salir con la suya. Todo parece apuntar que va a tener los votos de Junts y todos estos, camino hacia una amnistía que hace dos días decía él mismo que no entraba en la Constitución y resulta que ahora milagrosamente sí cabe. Y por siete votos, no porque él tenga una convicción de que puede arreglar el problema catalán, no.

¿Ve alguna solución?

Creo que la única persona que puede arreglar esto es Isabel Díaz Ayuso. Yo como votante de Vox, si mañana se presenta Ayuso a presidenta del gobierno le daría mi voto al PP . Me parece una tía con narices, como en su día lo fue Esperanza Aguirre y creo firmemente que será la primera presidenta del gobierno de España. Porque si lo es Yolanda puede ser un caos.

¿Qué es Jon Rahm para el golf español?

El mejor embajador que podemos tener para el golf español. No sólo por su juego, por lo que ha conseguido hasta ahora y lo que le queda, porque deportivamente no tiene límites. Los catorce palos de la bolsa le funcionan. Otros grandes jugadores españoles tenían algún punto débil, pero a él le funciona todo y a eso se le une una cabeza privilegiada y un espíritu ganador como tenía Seve, la combinación es explosiva. Además es un comunicador de primera. Tenemos que aprovechar su tirón porque es un embajador del deporte español.

Y siempre tiene a Seve en el pensamiento...

Yo crecí viendo el Open de España en el Club de Campo viendo a Seve. Mi carpeta del colegio estaba forrada con fotos de Severiano Ballesteros. Y tuve la suerte de verlo en directo. No competí con él porque se había retirado cuando me hice profesional, pero Seve nos abrió las puertas, como Santana en el tenis, Nieto en las motos, son esos pioneros a los que debemos prácticamente todo. Y no me extraña que lo tenga en la mente, porque Jon mantiene una relación cercana con su hijo Javi. Seve impulsó el circuito europeo y la Ryder. Es un ídolo todavía hoy en Inglaterra. Ha habido tres figuras a nivel mundial. Arnold Palmer, el primer gran ídolo de masas, Seve fue su equivalente en Europa y luego vino Tiger Woods. Son esa gente que cambia un poco el deporte.

¿En qué nivel de estrellato pone a Jon?

Cinco Majors, más de 50 victorias en el circuito Europeo... los números de Seve son enormes, pero el potencial de Jon está ahí. Cuando lo conocí y vi la convicción que tenía en sus posibilidades supe que podía llegar donde quisiera. Soy muy “jonrahmista”.

¿Es un gran líder para el resto de jugadores españoles?

Hace unos años vino Jon a jugar a Valderrama, falló el corte y yo le mandé un mensaje dándole las gracias por haber venido, porque la importancia de que juegue en España es brutal y lo hace con buena cara y sin condiciones. La gente viene al Club de Campo este fin de semana por Jon Rahm. A Gonzalo Fernández Castaño le vienen a ver sus hijos y porque saben que van a ver a Rahm, para hacerse la foto con él. La gente viene a ver a Rahm como yo venía con diez años por Seve.