Fútbol

Los graves insultos que recibe Dani Alves en el comedor de la prisión

El brasileño está siendo víctima de presuntos insultos durante su estancia en prisión

La defensa de Dani Alves trata de desmontar la versión de la víctima: “No hubo terror, pavor o dominación”
La defensa de Dani Alves trata de desmontar la versión de la víctima: “No hubo terror, pavor o dominación”La defensa de Dani Alves trata de desmontar la versión de la víctima: “No hubo terror, pavor o dominación”

Dani Alves cumplió años y, por primera vez, lo celebró en la cárcel. El programa 'Fiesta' se puso en contacto con uno de los compañeros de prisión de Alves: "En el comedor le gritan maricón y violador. Él no sale. Él solamente sale al polideportivo cuando juega contra otro módulo. Si no, se queda ahí en el módulo o se pone ahí en la sala de día, que está la televisión, a ver la tele. Está "más delgado y demacrado. Se le ve triste a ratos. Él come exactamente la misma mierda que nos dan a nosotros. Tal cual".

El compañero de Alves insiste en que el futbolista dice que todo fue consentido. De momento, lo que se sabe es que desde la mesa, Alves hizo un gesto al camarero aquella noche. Las chicas se fueron y el camarero trajo a tres más. Una de ellas, de 23 años, era la víctima que le acabaría denunciando poco después por agresión sexual. "Esas chicas vinieron a nuestro reservado pero nosotros no insistimos, ni el camarero a ellas", dijo Alves, en contra de lo que habían declarado la denunciante y sus amigas. Según la declaración del futbolista, el camarero quiso presentarle a él y a su amigo a dos chicas. Ellos accedieron y las jóvenes se sentaron en su mesa. "Enseguida nos pusieron incómodos porque quisieron sacar el teléfono para sacar fotos y no queríamos ninguna foto", explicó el futbolista.

La 'Ley del sí es sí' dictamina que las penas oscilan entre los cuatro y los 12 años de prisión cuando la agresión consiste en un acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal. Además, la juez instructora ya dijo que es "contundente y persistente" la declaración de la víctima respecto a que el futbolista la forzó en el baño de Sutton.

La instrucción ha constatado que en la vagina de la denunciante había restos de ADN de Alves -lo que es contradictorio con la última versión de lo ocurrido que dio el jugador- y, al pedir sacarlo de prisión, su defensa se agarró a la ausencia de lesiones vaginales para sostener que no fue una agresión sexual sino sexo consentido", afirmó Telecinco.