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Nervios y rivales fuertes

Las españolas tuvieron el honor de abrir la primera competición olímpica de la historia, pero no pudieron dar la sorpresa frente a Francia (7-24) ni ante Nueva Zelanda (5-31)

Patricia García, en la imagen apoyada por Bárbara Pla, sufrió los rigores de la defensa francesa, aunque pudo anotar el primer ensayo en la historia del rugby olímpico español
Patricia García, en la imagen apoyada por Bárbara Pla, sufrió los rigores de la defensa francesa, aunque pudo anotar el primer ensayo en la historia del rugby olímpico españollarazon

Las españolas tuvieron el honor de abrir la primera competición olímpica de la historia, pero no pudieron dar la sorpresa frente a Francia (7-24) ni ante Nueva Zelanda (5-31)

No fue un debut sencillo para nadie. España y Francia abrieron la historia del rugby olímpico en el coqueto estadio Deodoro y hasta el mismísimo Tomas Bach quiso estar en el palco. Bajo la mirada del presidente del COI, Fanny Horta, la capitana francesa, tiró un sencillo pase a los tobillos de una compañera. En la melé posterior, Patricia García quiso hacer la especial de la casa, una salida al ras de su delantera, y se dejó el oval atrás. Los nervios jugaron lo suyo.

No eran las francesas el adversario ideal para comenzar. Las «Leonas» suelen entrenarse con las galas, a las que batían regularmente hasta que inyectaron centenares de miles de euros en el programa olímpico. En el torneo europeo de clasificación, el verano pasado, Francia ganó a España 15-0. En su último enfrentamiento, hace un mes en el Campeonato Europeo, el enfrentamiento se saldó con un 17-0. El 24-7 final, por tanto, es la tarifa habitual. Demasiados puntos ante la perspectiva de otra derrota rotunda ante Nueva Zelanda que dificulta el objetivo marcado por José Antonio «Yunque» Barrio, seleccionador nacional, de integrar los cuartos de final como mejor tercera: habrá que meterle hoy un saco de puntos a Kenia.

«Yunque» temía que la firmeza defensiva de Francia amargase el debut de sus chicas. Fue el técnico español quien las bautizó durante una concentración conjunta como las «Rabiosas», sobrenombre que lejos de molestarlas llevan con orgullo. Patricia García, estrella de España que tuvo un paso por el Lons francés, recibió un placaje terrible en la segunda jugada del partido que la desactivó para mucho minutos.

Las francesas no son virtuosas en ataque, pero conservan el oval apoyadas en su poderío físico y terminan por encontrar una falla en la defensa rival. Fue lo que hicieron Ladagnous y Grassineau antes del descanso, cuando el marcador ya señalaba un 12-0 que Patricia García reducía al comienzo de la segunda parte al sacar un golpe de castigo sin dar tiempo a las francesas para formar su línea y resistió al retorno de Izar. Fue un canto del cisne porque las francesas sellaron el partido con dos nuevas marcar que dejaron el tanteo en el 24-7 final.

Las «Black Ferns» de Nueva Zelanda, segundas rivales de las españolas, dominan de forma ultrajante el circuito mundial apoyadas en Portia Woodman, la mejor jugadora del orbe. Fue casi un honor que fuese la autora del primer ensayo del partido, gracias a una escapada por la banda derecha tras un cambio de pies paralizante ante Iera Etxeberría. Al descanso, el resultado contra las oceánicas era el mismo que contra Francia (0-12) y tampoco dejaron las «Leonas» de marcar su ensayo del honor en la segunda mitad, apoyado por María Casado al cargar como una posesa contra la defensa de las mujeres de negro, que llevaron el tanteo hasta el 31-5.

La competición no ha terminado para las españolas. Hoy pueden meterse en los cuartos de final si vencen a Kenia y a partir de ahí, no está prohibido soñar.