Natación

Jessica Vall, bronce a la tenacidad

La nadadora española Jessica Vall tras recibir la medalla conseguida en la final de los 200m braza femeninos en los Mundiales de natación que se celebran en Kazán (Rusia).
La nadadora española Jessica Vall tras recibir la medalla conseguida en la final de los 200m braza femeninos en los Mundiales de natación que se celebran en Kazán (Rusia).larazon

Se habían nadado tres piscinas de la final de 200 braza y Jessica Vall había hecho el último viraje hundida en la última plaza, pero... Jordi Jou, su entrenador, lo tenía clarísimo. Más de la mitad de las finalistas, entre ellas esta técnica de laboratorio que trabaja en el Parque de Investigación de biomedicina del Hospital del Mar de Barcelona, estaban en un segundo. El plan era llegar con opciones al último 50, no volverse loca en las tres primeras brazadas y forzar al máximo en la última piscina hasta tocar la pared. El guión se cumplió escrupulosamente. Jessi Vall nadó los primeros 50 en 32.93, era sexta. En el paso por los 100 cayó un puesto y antes de empezar la piscina definitiva no tenía nadie por detrás. Nadie nadó más rápida que ella de los 150 a los 200 metros. Jessi Vall remontó hasta la tercera plaza, que compartió con otras dos nadadoras: la danesa Rikke Moller Pedersen y la china Shi Jinglin. La tercera medalla de España en los Campeonatos, la primera en las pruebas en línea, llegó con un nuevo récord nacional (2:22.76). El oro fue para la japonesa Kanako Watanabe (2:21.15) y la plata para la estadounidense Micah Lawrence (2:22.44). Cinco medallas en el podio más poblado de los campeonatos.Vall estaba confusa cuando tocó la pared al término de la carrera: «Veía demasiados treses en el marcador y mi poyete no lo veía con luz. No entendía nada. Un tres, otro tres y otro tres más. Entonces he entendido que había tres terceras», comentó. Su medalla, la única de España en natación, es fruto del trabajo y una dedicación espartana. Trabaja 32 horas semanales en el laboratorio, se levanta todos los días a las seis de la mañana y no se considera un talento especial. «Con trabajo duro y la constancia se puede llegar a todos los lados», dice. Su bronce abre nuevas expectativas más allá de Mireia Belmonte para los Juegos de Río. «Jessica es la número uno aprovechando oportunidades», afirma su entrenador.