El 2-0, marcado por Cristiano Ronaldo, no lo había señalado el árbitro Kuipers, pero la tecnología de gol le avisó de que la pelota había entrado

Esta vez no fue el VAR, fue su «hermana», la tecnología de gol, la que concedió el segundo tanto de la Juventus. Había rematado de cabeza Cristiano Ronaldo y Oblak respondió con una parada espectacular. Voló el portero rojiblanco y el partido siguió, pero el dispositivo que tiene el árbitro, el holandés Kuipers, en la muñeca vibró, lo que significa que la pelota había traspasado la línea por completo. Es apenas por centímetros, pero suficiente. El gol subió al marcador.

La tecnología de gol, un sistema parecido al Ojo de Halcón del tenis, sí se utiliza en la Champions, pero no, por ejemplo, en LaLiga.