Champions League
El VAR, a partir de octavos de la Champions
El presidente de la UEFA, Ceferin, anunció ayer la implantación del videoarbitraje realidad en la Liga de Campeones a partir del mes de febrero
El presidente de la UEFA, Ceferin, anunció ayer la implantación del videoarbitraje realidad en la Liga de Campeones a partir del mes de febrero.
«Si lo podemos hacer antes, para qué esperar». Con estas palabras, el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, confirmó ayer en Dublín,tras una reunión del Comité Ejecutivo de la UEFA, que la Champions tendrá videoarbitraje (VAR) a partir de febrero. Mes que da el pistoletazo de salida a los octavos de final de la competición de clubes más prestigiosa del planeta. «Estamos listos para usar el VAR, antes de lo que teníamos previsto y estamos convencidos de que será beneficioso para todas nuestras competiciones, pues ofrecerá una ayuda valiosa para los árbitros y reducirá la decisiones incorrectas», dijo a los medios Ceferin.
Lo que en un principio estaba previsto para ser introducido en las eliminatorias de la temporada 2019/2020, se adelanta un año. Una decisión motivada por las mejoras experimentadas en esta tecnología, por el trabajo de preparación efectuado con los árbitros y principalmente por la presión ejercida por los clubes, tras los errores cometidos en la fase de grupos. El gol de Fellaini encendió la mecha ya que el belga se ayudó de la mano para controlar un balón y marcar el tanto del United . El colegiado no anuló la jugada y los «diablos rojos» se llevaron los tres puntos. Hecho que propició la eliminación del Valencia de la Liga de Campeones. O más sonado fue aún el penalti de Sterling tras golpear el suelo. Era necesario un fútbol sin errores y por fin ha llegado. Lo que comenzó en el Mundial de Rusia como una gran prueba ya es toda una realidad en muchas ligas del continente.
Además de actuar en la Champions, el VAR también estará presente en la próxima final de la Liga Europa, en la Final a Cuatro de la Liga de las Naciones, que se disputará en junio de 2019 en Portugal, y en la Eurocopa sub-21 de este verano.
se extienda también a la Champions.
El cos Llorente demostrara nada en especial: siempre había sido un futbolista con personalidad, pero en esos encuentros con el primer equipo del Madrid se le vio superado por las circunstancias, con mucha movilidad en el campo y poca incidencia en el juego. Dicen los mediocentros que para empezar bien un encuentro hay que dar primero un pase de seguridad, que salga bien y seguir. El problema de Marcos es que sólo daba pases de seguridad.
«Estaba harto», asegura quien le conoce, cansado de no jugar y de que la ausencias de Casemiro no las cubriese él. Porque no hay otro jugador especialista en el mediocentro. Zidane ponía a Kovacic, que es otra clase de futbolista, un mediapunta reconvertido, sin el orden necesario para jugar más atrás; a Kroos le faltan cualidades defensivas y a Ceballos, experiencia. «Es que el único futbolista de la plantilla que es como Casemiro es él», continúan personas cercanas al jugador. «No digo que sea mejor que Casemiro, pero sí que podía jugar cuando no estuviera».
Y de repente, ha pasado. El partido contra la Roma puede ser un punto de inflexión en la vida de Marcos Llorente en el Madrid. Ésas cosas pasan. El ejemplo más habitual es cuando Valdano decidió que ni Amavisca ni Zamorano podían formar parte de su equipo. Después, fueron fundamentales para conquistar la Liga. Un buen entrenador es aquel que rectifica. Solari no pensaba en Llorente. Con Casemiro en forma, no necesitaba otro mediocentro. Sin él, su primera opción fue Ceballos: en Vigo le fue bien; en Éibar, no.
El canterano fue entonces su opción casi a la desesperada. Pero resultó: «Jugó un gran partido. Era difícil para él porque no tenía ritmo competitivo y rindió a un gran nivel. Eso quiere decir que es un grandísimo profesional y ojalá siga siempre por el mismo camino porque eso es lo que garantiza una gran carrera», explicaba ayer Solari.
Dio 21 pases cortos, más que nadie durante el partido, todos para ayudar a sacar el balón, limpiar la jugada. Pero no de seguridad. Y corrió como siempre, porque correr, corre más que nadie, como su padre Paco, o tio abuelo Paco Gento. Lleva en la sangre el ser madridista. Y ahora le ha llegado el momento de demostrar que está capacitado para el primer equipo.
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