Fútbol
La vía Ferguson
Cristiano ya vivió una situación similar a la actual en el Manchester United. Y el técnico escocés lo convenció para quedarse.
Cristiano ya vivió una situación similar a la actual en el Manchester United. Y el técnico escocés lo convenció para quedarse.
Creo que a lo largo de estos días no he tenido el apoyo del presidente ni del entrenador. No hice mal a nadie y no tuve culpa alguna de lo que está sucediendo», dijo Cristiano Ronaldo. Son palabras textuales. Pero no del viernes pasado o de esta semana. Son de 2006, cuando estaba en el Manchester y, ese verano quiso dejar el club. Inglaterra y Portugal se habían enfrentado en el Mundial y en una jugada, Rooney hizo una falta a Carvalho. Ronaldo, entonces, corrió a protestar al árbitro y después de su protesta, el colegiado expulsó al futbolista inglés, compañero de equipo en Inglaterra. Los ingleses, con diez, fueron eliminados y Ronaldo empezó a repensar en su regreso a Manchester para trabajar en el país que le consideraba el enemigo público número uno. «En Inglaterra se ha hecho una tormenta en un vaso de agua y realmente se hace difícil regresar a un país donde no eres bienvenido», continuaba.
El Manchester, sin embargo, quería contar con él, porque era un futbolista en continua progresión. «Pero sentía que había quemado todos sus barcos», relató Ferguson, su entrenador, en su biografía. Había que actuar: llamó a Rooney y le dijo que convenciese a Ronaldo para que no se fuera. Y después, el técnico escocés viajó a Portugal a ver al futbolista y a Jorge Mendes, su agente. «Tú eres uno de los jugadores más valientes que ha jugado en el Manchester, pero irte sería una cobardía», le dijo.
Estos días, la capacidad de concentración de Ronaldo es, como poco, asombrosa. Mientras en el resto del mundo no se hace más que hablar y especular acerca de lo que puede pasar, él sigue en la Confederaciones como si no hubiera un terremoto a su alrededor provocado por él, como si no hubiera agentes, clubes, aficionados, abogados preparando contratos o banqueros preparando créditos para hacer el que sería el gran traspaso de los últimos mercados de fichajes. «Está muy tranquilo, centrado en el torneo», dicen los que hablan por él ahora mismo.
Y una semana después de que saltase la noticia y después de que durante todos los días se haya comentado algo del asunto, ¿qué piensa, qué va a hacer? «El Madrid recibió varios mensajes antes de este último y no hizo nada», asegura el periodista Nuno Luz. «¿Por qué no salió antes a defenderlo?», continúa. Desde la perspectiva de Ronaldo, sus problemas fiscales o sus consecuencias también son cosa del club que le paga y un comunicado es demasiado poco y las palabras de Florentino Pérez, demasiado tarde. Todo parecen pegas para quedarse.
Mientras, el entorno del futbolista asegura que todo depende de la capacidad de los argumentos que tenga Florentino Pérez para convencerle. «Ferguson», dicen, «los tuvo en el Manchester cuando Ronaldo se quiso ir». El presidente del Madrid ya ha defendido al futbolista públicamente, siempre le ha reconocido como el jugador bandera del proyecto y ahora, simplemente, está esperando a hablar con él directamente para saber cómo está y cómo se puede reconducir la situación. Florentino sabe ser persuasivo y convincente, pero tampoco está muy claro a qué se refiere el entorno de Ronaldo cuando dicen la palabra «argumentos».
Ferguson consiguió frenar la salida de su futbolista estrella en 2006, pero dos años después, el jugador le dijo que ya sí que se iba a España, al Real Madrid. Era, como en el verano de 2006, como ahora mismo, una decisión sin vuelta atrás. Quizá esa vez, la situación fue más similar a ésta. El Manchester United acababa de ganar la Champions y Cristiano filtró que cambiaba de país. Fue un verano eterno, con rumores día tras día y los de hoy contradecían a los de ayer.
Fue un verano idéntico a este. Hasta que Ferguson y Ronaldo hablaron: «Fue una conversación franca, entre dos personas que se respetan mucho y que, tengo la seguridad, se tienen un cariño y una amistad mutua. Lo que nos dijimos el uno al otro queda entre nosotros», contaba Cristiano al final del verano, después de la charla. «Ferguson oyó mis argumentos, yo oí los de él y, de hecho, quedó establecido entre nosotros que lo mejor para ambas partes sería que yo continuase». «Antes de vender, te disparo», fue lo que le dijo Ferguson.
Le convenció.
Al año siguiente, Cristiano se fue.
✕
Accede a tu cuenta para comentar