Sevilla
Marcelo, un suplente con 20 títulos
Solari elogia a Marcelo tras no jugar los dos últimos partidos de Liga. «Todos pueden perder el puesto», dice el técnico del lateral, que será titular ante el Girona.
Solari elogia a Marcelo tras no jugar los dos últimos partidos de Liga. «Todos pueden perder el puesto», dice el técnico del lateral, que será titular ante el Girona.
Lo normal para Marcelo hoy hubiese sido ver el partido ante el Girona desde el palco privado que los jugadores tienen en una de las torres del Santiago Bernabéu. Lo lógico es que Solari dé descanso a varios de los habituales titulares y seguramente le hubiera tocado rotar al brasileño, pero la realidad de uno de los defensas más goleadores y laureados de la historia del Real Madrid es muy distinta ahora. Acostumbrado a jugarlo todo, no ha participado en los dos últimos choques ligueros, así que la Copa del Rey y los entrenamientos se han convertido en su plataforma para volver a ser titular. «Es indudable su amor por el club, su compromiso, su alegría a la hora de entrenarse y su comportamiento, que es intachable», le alababa ayer Solari, muy contento por la actitud de su estrella en estos momentos complicados y poco habituales para él.
Marcelo siempre quiere participar y eso ha hecho desde que llegó al Madrid. Cuenta Ancelotti en uno de sus libros que se sorprendió por la reacción del defensa cuando se le ocurrió darle un respiro en un encuentro poco importante. No lo entendió el futbolista y pidió explicaciones muy enfadado. La verdad es que el técnico italiano sólo quería protegerlo, pero en aquellos momentos el jugador sentía que no lo necesitaba. Quizá ahora sea distinto y hasta él haya sido consciente de que su nivel físico no era el adecuado. Ha tenido dos lesiones musculares y una sobrecarga desde el mes de septiembre y se le ha hecho complicado ponerse en forma. Nunca ha sido un portento físico, eso es verdad, y alguna vez se le ha visto sufrir en las sesiones de flexiones y abdominales mientras Cristiano, por ejemplo, hacía las repeticiones sin esfuerzo aparente. Marcelo es un futbolista técnico, un «jugón», al que su calidad técnica le permite llegar donde no le alcanzan sus músculos y pulmones. El drama para el Madrid y para él mismo es que últimamente ni su talento le daba para esconder el problema. Estuvo en los partidos grises de la era Solari frente al Villarreal, el Rayo Vallecano y la Real Sociedad antes de que el míster decidiera hacerlo parar.
No es fácil sentar a un jugador tan carismático en el vestuario blanco y el nuevo técnico ha mostrado personalidad al hacerlo. Le ha dado vuelo a un canterano como Reguilón, con lo que eso supone de riesgo para el responsable de esa decisión. Se quedó en el banquillo ante el Betis, pero no fue posible encontrar un mal gesto. Todo lo contrario. Cuando Ceballos marcó el gol del triunfo en el minuto 88, el brasileño saltó con el resto a celebrarlo y vivió de pie y nervioso el tiempo de descuento. A pesar de los veinte títulos que le alumbran de blanco, no se le han caído los anillos para aflojarse las botas y agitar la toalla desde la suplencia. «La competencia interna es sana y nos viene muy bien. Quiero que todos sientan que tienen la oportunidad de jugar y la oportunidad de perder el puesto. Porque eso hace que aumente el nivel dentro de la plantilla», comentaba Solari en la previa de la ida ante el Girona. El lateral volverá a ser de Marcelo si recupera su mejor versión, pero mientras, crece un chico que se ha ganado su oportunidad. Así quiere Solari estructurar su plantilla y avanzar en la dirección marcada el día del Sevilla, sea cual sea la competición, no sólo cuando suena el himno de la Champions.
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