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McLaren se rearma

La escudería inglesa ya trabaja con James Key, ex director técnico de Toro Rosso y considerado uno de los genios de la actual F-1. Carlos Sainz coincidió con el británico en 2015 y conoce bien sus diseños

Carlos Sainz realizó un test con McLaren el pasado noviembre y trabajó con su nuevo director técnico en Toro Rosso / Mclaren
Carlos Sainz realizó un test con McLaren el pasado noviembre y trabajó con su nuevo director técnico en Toro Rosso / Mclarenlarazon

La escudería inglesa ya trabaja con James Key, ex director técnico de Toro Rosso y considerado uno de los genios de la actual F-1. Carlos Sainz coincidió con el británico en 2015 y conoce bien sus diseños.

La crisis deportiva y casi económica que sufre McLaren en los últimos años alcanza cotas nunca vistas en la estructura inglesa. El fiasco del cambio de motorista en 2015, de Mercedes a Honda, sumió a la escudería en una etapa oscura que no pudo remontar por más que la compañía japonesa invirtiera millones y millones de libras. En 2018 McLaren vio algo de luz, tímidamente, con la llegada del motor Renault, pero aun así dejaron entrever muchas carencias que ahora parecen repartir las culpas del fracaso casi en un 50 por ciento para el equipo y el otro 50 para la unidad de potencia.

Talento y dinero...

Pero McLaren siempre es McLaren y sus dirigentes, o más bien su consejo de administración, en el que están hasta países como Bahrein, quieren que vuelva a ganar carreras. Y para eso hacen falta varios pilares. El primero es el económico, un factor que poco a poco va recuperando y que sirve para atraer a los mejores ingenieros, especialistas en aerodinámica, mecánicos y así poder realizar todas las pruebas posibles en simulación y materiales. El segundo es contar con una persona que sepa dirigir la orquesta, una referencia técnica que sepa colocar cada ficha en su sitio. Y parece que McLaren, por fin, ha encontrado la figura que necesitaba. Se trata de James Key, hasta hace unos días director técnico del equipo Toro Rosso, y que pasa por ser uno de los más reputados en la actual F-1 después de Adrian Newey (Red Bull), James Allison (Mercedes) o Matia Binotto (Ferrari). Key, inglés, tiene 46 años, sin embargo, lleva en la F-1 desde 1988, ya que empezó en el equipo Jordan. Desde entonces ha sorprendido en escuderías como Williams, Sauber, Force India y, finalmente, en Toro Rosso. Sus éxitos se sustentan en estructuras con escasos recursos y que en ocasiones sacan los colores a equipos grandes. Le pasó durante su etapa en Sauber, que utilizaba motor Ferrari y que incluso llegó a ser más eficaz que los coches de la «Scuderia» en muchos circuitos.

En Toro Rosso, a pesar de no llevar el mismo motor que su equipo de referencia, Red Bull, consiguió diseñar un monoplaza muy competitivo. Carlos Sainz, piloto de McLaren para 2019 y 2020, trabajó con él durante tres temporadas y fue precisamente con sus coches con los que el madrileño logró algunos de sus mejores resultados en la F-1, como el cuarto puesto en Singapur de 2017 o aquel increíble quinto puesto en la clasificación del Gran Premio de España de 2015. Key rompió su contrato con Toro Rosso el pasado verano, pero el acuerdo le impedía trabajar en la fábrica de McLaren, al menos directamente. Será a partir de 2019 cuando realmente se incorpore a la disciplina del equipo inglés. La llegada de Key y el hecho de que Renault tenga a McLaren como principal cliente de sus motores (ya no tiene Red Bull, que ha optado por Honda) parece que puede traer un mejor rendimiento a McLaren. El objetivo es convertirse en el cuarto mejor equipo de la parrilla, sólo por detrás de los tres grandes que reinan en la actualidad.