Mundiales de atletismo
McLaughlin ya tiene a Marita Koch a la vista
En la mejor carrera de los Mundiales, la estadounidense se quedó a 18 centésimas del récord que la atleta de la RDA fijó el 6 de octubre de 1985
Entre las plusmarcas sospechosas en el atletismo femenino la que más peligro corre son los 47.60 que firmó Marita Koch en el 400 el 6 de octubre de 1985 en Canberra. Cerca de su 40 aniversario el récord de la atleta de la RDA estuvo muy cerca de pasar a la historia en el Estadio Nacional de Japón. A Sydney McLaughlin-Levrone sólo le sobraron 18 centésimas (47.78) para entrar en la historia. Logró la segunda mejor marca de siempre en la vuelta al estadio, pero es que la dominicana Marileidy Paulino también bajó de los 48 segundos. Hizo 47.98, el tercer mejor registro de todos los tiempos, una centésima menos que los 47.99 de otra sospechosa en los ochenta del siglo pasado, la checa Jarmila Kratochvilova. El bronce en la que sin duda ha sido la carrera de los campeonatos fue para la bareiní de origen nigeriano Saiwa Ed Naser con 48.19.
«Había gente que dudaba sobre mi cambio a los 400», soltó la campeona olímpica y plusmarquista mundial de los 400 vallas después de ganar el oro en el 400. Si no mejoró el registro de Koch fue por el leve bajón que tuvo en la segunda curva y por unos metros al comienzo de la última recta cuando la dominicana parecía dispuesta a darle caza. El primer 200 de la estadounidense fue salvaje. «Se puede llegar ahí, a los 48 segundos», había dicho. Y su salida fue excelente sin obcecarse. Por eso no se hundió en el último tramo y aguantó el empuje de Paulino. Superada la frontera de los 48 segundos que el récord de Koch desaparezca es cuestión de meses.
La otra gran final fue la de triple salto con el regreso de Yulimar Rojas. La venezolana, campeona en los cuatro últimos mundiales, fue bronce con 14,76 después de dos años sin competir. La nueva dominadora en el pasillo del triple fue la cubana Leyanis Pérez, que rozó los 15 metros (14,94) para llevarse el título.