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Entrevista

Pol Espargaró: “Ser padre no te quita medio segundo en la pista”

El piloto de Repsol Honda habla de la ilusionante nueva temporada, de si correr con Marc Márquez es un “marrón” o de lo que le ayuda tocar el piano: “Es como la meditación”

Pol Espargaró (Granollers, 30 años) afronta su segunda temporada en Honda con muchas lecciones aprendidas de la primera, en la que lo pasó mal, y con optimismo. De todo ello, y de la paternidad en el deporte o lo que le aporta el piano para pilotar, habla en esta entrevista.

¿Es la Honda una moto difícil y por qué?

No es una moto fácil, no es de las más fáciles que he pilotado. ¿Por qué? Hasta ahora, aunque la de este año ha cambiado un poquito, es una moto bastante crítica con el tren trasero, siempre he tenido un poquito de falta de agarre y eso dificulta mucho el pilotarla, sobre todo saliendo de las curvas y entrando con velocidad, y eso genera caídas y las caídas generan desconfianza, lo que hace que las cosas sean aún más difíciles.

La moto cambia cada año. ¿Es como empezar de nuevo?

Este año especialmente es distinto, el cambio es mucho mayor. Si vemos el histórico de Honda los últimos años, en la moto se ven cambios, pero no sustanciales, son cositas pequeñas... Pero este la moto es muy, muy distinta, sólo poner en comparación con la del año pasado, aerodinámicamente no tiene nada que ver, los pesos han cambiado completamente, por lo que la moto es muy diferente, para mi gusto mucho mejor, pero eso también hace que haya un proceso de adaptación un poco más largo que tampoco nos podemos permitir porque la pretemporada son sólo cinco días, en Malasia y en Indonesia. Pero bueno, todo ha ido muy bien, el inicio ha sido muy bueno.

¿Cuánto hay de usted en la moto?

Creo que hay un poquito de todo el mundo. Lo importante de las motos nuevas es que no se tienen que desarrollar alrededor de un piloto, sino que se tienen que sacar conclusiones de todos los pilotos, ideas de los ingenieros, de los pilotos de pruebas... Creo que es un trabajo de equipo y como equipo hay que trabajar para solucionar los problemas y para hacer motos nuevas. Es evidente que una vez la moto está en pista, el equipo casi se diluye un poco y se divide en dos bloques por los dos pilotos que están compitiendo por lo mismo, pero hasta ese momento toda la pretemporada es un trabajo muy de equipo, los dos pilotos nos tenemos que poner de acuerdo para ser lo más rápidos posible.

Ser compañero de Marc es un marrón, un lujo...

En algunos momentos sí que es un marrón, pero es cierto que es una motivación extra estar al lado del mejor. Es algo que creo que todo piloto o todo atleta desearía para poder saber qué es lo que hace, es como saber la combinación perfecta de un antídoto, por ejemplo; es saber qué hace él para ser rápido, cuáles son sus técnicas. Yo he tenido mucha curiosidad antes de venir a Honda, y eso es lo que me aporta.

El año pasado fue complicado. ¿Qué lección aprendió?

Sufrir, aprendí a sufrir. No salieron los resultados... Acabaron saliendo a mitad, final de temporada, pero tardaron demasiado y este año no nos lo podemos permitir. Creo que en lo negativo se aprende mucho más que en lo positivo; en lo positivo hay pocas cosas que mejorar, en lo negativo es cuando realmente te enfrentas contigo mismo, te haces estas preguntas a ti mismo que son tan incómodas y eso es lo que te hace mejorar o trabajar más o distinto para ser más rápido.

Es padre de dos niñas. ¿Se lleva bien con el trabajo de piloto?

Cada vez peor... La familia tira para casa y mi trabajo es estar todo el día dando vueltas por el mundo, pero aún así cuando estoy en casa lo disfruto muchísimo y eso casi que me da un poco más de energía y más ganas. Todo lo que no consiga son cosas de las que voy a privar a mi familia, a mis hijas, por lo tanto me intento esforzar al máximo para que el día de mañana estén orgullosas de lo que consigue su padre.

¿Cambia ser padre la forma de pilotar?

No, no, eso no creo. Se dice mucho: “Cuando eres padre ya pierdes medio segundo”; pero no estoy de acuerdo. Lo puedes coger de dos maneras distintas, el ver el riesgo de una forma mucho más directa o el tener una motivación extra para tener resultados. Yo lo veo de esta segunda manera, el estar más motivado que nunca para enorgullecer a mi familia y a mis dos hijas.

Toca el piano. ¿Aplica algo al pilotaje?

Me ayuda muchísimo... En mi mundo hay mucho estrés, mucho ruido, mucha gente, como... Mucha suciedad ambiental, y el piano es completamente distinto, es muy limpio, mucha concentración, mucha coordinación y sobre todo mucha relajación, cuando más relajado estás, mejor tocas el piano, por lo que me ayuda en momentos de estrés. En los circuitos tengo un teclado, me llevo fuera de casa un piano portátil que también toco, así que es como la gente que medita, por ejemplo: es mi momento de meditación.