Motociclismo
Ahora o nunca, Valentino
Jamás ha tenido más cerca el sueño del décimo título n «Pole» para Marc
«De conseguirlo, no sería mi título más importante», dice Valentino sin creerse ni él mismo sus palabras. El italiano quiso quitarse presión nada más llegar a Indianápolis, donde afrontará la segunda parte de la temporada que puede ser la de su décimo título mundial. Desde que en 2009 sumara el noveno, nunca ha vuelto a estar tan cerca de un objetivo que muchos ya dieron por imposible y que ahora se presenta muy nítido ante sus ojos.
Son nueve carreras en las que defender un liderato al que se ha encaramado a base de la regularidad que le ha faltado al resto. Sabe que está ante un ahora o nunca, porque el tiempo va en su contra (36 años) y no parece fácil volver a encontrar unas circunstancias tan favorables como las que se le han presentado, con Márquez incapaz de exprimir la Honda, Pedrosa lesionado en el brazo y Lorenzo desaparecido en las tres primeras citas. Todo ello y su talento y competitividad infinitas le han puesto al frente de la clasificación. Ha ganado tres carreras, no se ha bajado del podio en las nueve y cada domingo (sábado en Assen) ha dado un plus para olvidar una posición discreta en parrilla y estar siempre delante. Tras romperse la pierna en Mugello en 2010 y penar dos años en Ducati, ahora vuelve a disfrutar siendo el dueño de la situación. Su plan a largo plazo al regresar a Yamaha se está cumpliendo, porque sabía que aunque volvía a la que fue su casa iba a necesitar tiempo para adaptarse a una moto que había evolucionado Lorenzo en su ausencia. Los dos últimos años fue dando pasos mientras Marc arrasaba y todos los condicionantes han confluido a su favor en 2015.
Se ha machacado más que nunca físicamente para ponerse a la altura de los jóvenes y se ha fijado en ellos para ir «modernizando» su estilo de pilotaje. Tiene 13 puntos de ventaja sobre Lorenzo, el que más le preocupa en estos momentos, y 65 respecto a Márquez, que amenaza con volver a ser insaciable en la segunda mitad de curso. Ayer volvió a dominar en Indianápolis como en los últimos cuatro años (dos en Moto2 y dos en MotoGP). Marcó la «pole» y su ritmo es muy superior al del resto. No hay nadie que se atreva a dar otro nombre como favorito para la carrera de hoy, pero el vigente campeón no depende de sí mismo para seguir siéndolo. Necesita muchos errores de las dos Yamaha, que se vigilan de cerca. Lorenzo fue tercero ayer y partirá cinco puestos por delante de Valentino en la parrilla. El balear tiene el mejor ritmo tras Marc y ve posible recortar un poco su desventaja en el Mundial.
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