Japón
Espectáculo Mundial
Fantástica lucha por el título en Japón entre Márquez y Dovizioso en la que se ha impuesto el italiano en la última curva
Fantástica lucha por el título en Japón entre Márquez y Dovizioso en la que se ha impuesto el italiano en la última curva
A todo o nada se la han jugado Dovizioso y Márquez en Japón. Una lucha a vida o muerte por el Mundial que ha resultado ser un espectáculo maravilloso para el espectador. Varios adelantamientos al límite en una pista mojada dispuesta a cobrarse una víctima importante al más mínimo error. Son los dos mejores pilotos de la temporada, los más sólidos, y por eso se han quedado prácticamente solos en la carrera hacia el título.
Pedrosa ya no tiene opciones matemáticas y a Viñales le quedan cada vez menos después de otro desastre bajo la lluvia. Se cayó Rossi, pero cualquier nombre es anecdótico más allá de los dos que se han peleado hasta el último metro por una victoria clave. Si la conseguía Marc significaba aumentar un poco la ventaja al frente de la clasificación. Si era para Dovi, el resultado era apretar al máximo la pelea con sólo tres carreras para la conclusión. Ganó el de Ducati, que terminó de derribar los mitos que todos habíamos contribuido a construir en torno a él.
Su triunfo tuvo todo aquello que alguna vez se le ha acusado de no tener. Le puso garra, ambición, riesgo, inteligencia y un punto de calma en mitad del vértigo. Porque todo eso hay que mostrar para poder luchar... y ganar a Márquez. El “93” se encontró a un rival que le castigó con sus propias armas para situarse a sólo 11 puntos con 75 por repartir.
“Espectáculo hemos dado, la gente no se puede quejar por esto”, decía Márquez con un gesto entre satisfecho y contrariado. Estaba feliz porque había disfrutado sobre la pista y porque se había jugado con sus reglas: no dejarse nada para otro día. Al mismo tiempo estaba sorprendido, porque Dovizioso vio su órdago y lo dobló. Siempre estuvo el italiano ha rueda de Marc, haciendo el marcaje que tocaba y dejando que pasaran las vueltas. La carrera con el asfalto empapado iba a ser muy larga y bien lo sabe Lorenzo, que tras un buen arranque fue perdiendo posiciones. Lo mismo le pasó a Zarco y, finalmente, también a Petrucci, que aguantó mucho tiempo en cabeza. Era un grupo de tres formado por los dos candidatos a la corona de MotoGP y el del Pramac como invitado de excepción. Y allí estuvo hasta que su neumático trasero dijo basta. No tenía ritmo para ir a por Márquez, así que decidió dejar la lucha para los dos más fuertes.
Marc subía los decibelios y respondía Dovizioso, que a falta de cuatro vueltas se puso por delante, algo así como un aviso de lo que quedaba. Respondió Márquez recuperando la cabeza y amenazando con la escapada. La Ducati era más rápida en las rectas y no perdía casi nada en las frenadas. Los dos se acercaban peligrosamente al límite, como esperando que el otro cometiera un fallo. Emoción máxima en cada metro hasta la última vuelta en la que en la curva 8 Márquez se vio en el suelo. Casi descabalga de su Honda, pero mágicamente se mantuvo en pie. Aprovechó el susto Dovizioso para recuperar el terreno perdido y se decidió a intentarlo en la última curva. Fue una repetición de lo que sucedió en Austria. Marc fue con todo por detrás, Dovi lo intuyó y cortó gas antes para quedarse en el interior. El de Cervera se fue un poco más largo y no pudo recuperar antes de la bandera de cuadros.
Magistrales ambos, que firmaron, seguramente, la mejor carrera del año. Ganó Dovi para apretar el Mundial. “Ahora vamos a Australia y seguramente allí será diferente”, retaba Márquez, ya con ganas de que pasen estos siete días y tener la oportunidad de la revancha.
Los aficionados se frotan las manos. Lo de hoy ha sido genial, pero lo mejor está por venir.
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