Motociclismo
Rossi se reencuentra con la victoria en Assen
Rossi gana en Assen casi 21 años después de su primer triunfo. «Corro por esta sensación».
Rossi gana en Assen casi 21 años después de su primer triunfo. «Corro por esta sensación».
Tal y como hiciera en los entrenamientos el francés Johann Zarco no falló en la salida y tras su estela se llevó a Marc Márquez y a Valentino Rossi, No es descartable que en cada circuito de los 18 del Mundial exista una puerta que sólo Rossi conoce y por la que viaja a través del tiempo a su antojo. Sólo así se puede explicar que hayan pasado casi 21 años (20 y 313 días exactamente) entre su primera y su última victoria y que pueda luchar con pilotos que casi no sabían andar cuando él ya competía en 125cc. «Corro en moto por lo que se siente las cinco o seis horas después de una victoria», confesaba ayer, feliz por haber roto una sequía de 18 carreras sin descorchar la botella de cava destinada a los ganadores. Además de un nuevo triunfo en su palmarés fue la confirmación de que la décima corona es posible, algo que muchos empezaban a dudar. El Mundial más loco de los últimos tiempos dio otro vuelco en Assen, con Valentino y Marc como principales beneficiados.
Las ocho primeras carreras del curso no han servido para tener un candidato claro al título, todo lo contrario. La cosa está más abierta que nunca, con cuatro pilotos en sólo once puntos y Andrea Dovizioso como sorprendente líder. Maverick se dejó esa condición en un día para olvidar. El nuevo chasis que ha estrenado Yamaha en los Países Bajos pudo ser la causa de su caída, o no. Ni él lo tenía muy claro en mitad de la decepción, porque se veía con ritmo para haber ganado y se quedó sin nada. Se sentía fuerte e iba a por los de cabeza cuando su moto le hizo un extraño del que no le había avisado en todo el fin de semana. Ahí se acabó su aventura en Assen y comenzó una mala tarde. Llegó al box con la cara seria y presenció con rabia contenida después de la ducha cómo su ventaja al frente de la clasificación se esfumaba. «Empieza un nuevo Mundial», reconocía con cierta amargura, consciente de que ha regalado muchos puntos últimamente.
«Es una sensación nueva», reconocía Dovizioso, el primer líder con una Ducati desde que lo fuera Stoner en Mugello 2009. A un habitual secundario le llega la oportunidad de dar un paso adelante y pasar a interpretar un papel protagonista. Esta Ducati entiende muy bien los Michelin y tiene potencial. Su problema es que va a tener que luchar con dos caníbales que ayer tomaron posiciones para lo que viene.
Rossi volvió a sentirse fuerte, como siempre en Assen y como acostumbra cuando las condiciones son difíciles. No hay nadie que se adapte mejor a las situaciones límite, así que administró perfectamente la que acabó siendo su décima victoria en Assen. Las mismas suma en Montmeló y es mejor no seguir contando porque haría falta un libro. Lleva toda la vida aquí y no piensa moverse, al menos, hasta que vuelva a ser campeón del mundo. Márquez también está empeñado en esto, consciente de que tendrá que pelear con una Honda que no es perfecta, pero los puntos débiles de la moto los compensa con su talento. Dovi, Mack, Rossi y Marc en once puntos, esto no ha hecho nada más que empezar.
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