«Nuestro partido es inexplicable»

«Las finales son para ganarlas», dice Manolo Cadenas. Y ésta se perdió. «Una pena», continúa el seleccionador, que pasó a analizar los motivos. «No hemos conseguido meternos en ningún momento en el partido por nuestra falta de gol», reflexionó. «Nos han superado, sobre todo en su defensa. Un primer tiempo con 10-6 demuestra la escasez de fluidez en ataque, incluso a veces con superioridad numérica, y cuando conseguíamos llegar al gol, ahí estaba Wolff», continuó Cadenas. «No es la primera vez que nos pasa», insistió. «El problema ha sido el ataque posicional. Ellos nos han defendido muy bien y nunca hemos logrado encontrarnos cómodos», coincidió con el técnico el capitán, Raúl Entrerríos. En defensa y en la portería no tuvo quejas el entrenador nacional, que sí encontró más razones por las que nada salió: «Creo que ha sido un problema anímico. Teníamos tantas ganas que no hemos sido capaces de canalizarlo en el juego». El guardameta Arpad Sterbik también apunta en una dirección parecida: «No es un problema de balonmano, no es una cuestión de táctica, es una cuestión de cabeza, me parece. Antes del partido, todos estábamos con muchas ganas, pero luego en la pista es como si el equipo no estuviera metido. Hemos cometido demasiados errores y eso es una cuestión de cabeza».

«No hemos jugado a nuestro nivel, y eso duele», prosiguió Cadenas. «Nuestro partido es inexplicable. Perder una final es siempre duro, pero cuando ves que el equipo no ha estado bien, duele más», señaló Entrerríos.

Pese a la derrota, el equipo español recibió la felicitación de Miguel Cardenal y Mariano Rajoy. Su homónima alemana, Angela Merkel, dio la enhorabuena a los campeones.

El podio del Europeo lo completó Croacia, que pudo con Noruega (24-31) en la lucha por la medalla de bronce.