Objetivo: No perder

Acabar la Liga invicto es lo que persigue el Barça... Y que el Madrid no gane la Champions, pero eso no está en su mano.

Celebrado el título de Liga y el título de Copa sin apenas euforia, el Barcelona persigue dos títulos que, aunque simbólicos, aumentarían la comedida felicidad que el doblete ha llevado al Camp Nou. El primero es no perder hoy, en el que es el escollo más complicado de lo que queda de campeonato y el segundo título que le queda es que el Madrid no gane la Champions, porque eso aguaría cualquier asomo de felicidad. Lo segundo no depende del Barça; lo primero está en su mano: «En los tiempos que corren, es muy difícil conseguir terminar una Liga sin perder. Es algo importante y muy complicado», aseguraba ayer Valverde, un entrenador que no ha perdido la calma en esa ruleta rusa que ha sido el Barcelona esta temporada. Todo ha ido bien, hasta que ha ido muy mal. Después, el conjunto azulgrana se recuperó. Pero es como si esa espina clavada siempre se recordase. «Siempre piensas en el que has perdido. Nosotros valoramos que el Madrid haya llegado a la final porque es difícil y ellos valorarán LaLiga porque también saben que es difícil», continuaba Valverde.

Porque el Real Madrid y el Barcelona están desafiándose a ver qué vale más: un doblete o una Champions. «Eso depende de cada uno. LaLiga es la que nos dice a los entrenadores cómo está tu equipo durante un año entero. La gana siempre el mejor. En la Champions entran más factores. Que no tengas un mal día, que sepas competir y otros factores que tienes que controlar. A veces tienes que tener ese punto de fortuna. En la Champions hay más candidatos y en Liga hay dos, tres o cuatro. Yo me quedo con todo», continuó el entrenador del Barcelona.

Son los banquillos de los dos equipos lo que más tranquilidad y más sentido común desprenden en un mundo del fútbol en el que los matices se han dejado definitivamente de lado. Como exfutbolistas, como personas siempre equilibradas y ahora como entrenadores de equipos enfrentados, ambos mantienen la calma y explican lo que parece polémico con razones. Zidane fue claro con el pasillo. Valverde no quiso desgastarse con eso: «Ya hemos hablado mucho de eso. Es algo que, seguramente, por mucho que se hable no tendrá importancia. Me parece bien, ya está. No le damos ninguna importancia», explicó. «Hay mucho ruido. Parece que hay que hacer una encuesta. Pero cuando hay tanto ruido, a veces dices: ya está bien. El Dépor nos hizo el pasillo, pero no somos rivales tan directos. No le doy importancia».

Con la temporada acabada, el Barcelona no tiene el problema del Madrid, que necesita reservar futbolistas para la última e importante batalla que le queda por disputar. «Queda mucho para la final, pero lo que hagan es su problema», continuaba Valverde.

Si el partido está descafeinado es porque el Barcelona ha ganado la Liga con mucho tiempo de adelanto. «Un Clásico es un Clásico y es un partido significativo en la temporada. Afortunadamente ya somos campeones, pero hay muchos alicientes como para no darse cuenta de ello. Lo que significa para nuestra afición y para la suya. Es un partido que queremos ganar y que ellos quieren ganar. Ganamos la ida y ellos vendrán con la idea de romper nuestra racha».