
Polémica
Preguntan a Carlos Sainz por la sanción por lo que hizo durante el himno: "Es una mierda muy cara"
El piloto español ha reaccionado de manera tajante tras conocer los 10.000 euros que tiene que pagar en la F1

Aunque de temporada de Carlos Sainz en Williams no está siendo el que muchos esperaban. Ni los puntos llegan, solo ha sumado uno de los 19 que acumula el equipo, ni las sensaciones terminan de asentarse. Y por si fuera poco, en el Gran Premio de Japón se encontró con un castigo inesperado fuera de pista: una multa de 10.000 euros (con otros 10.000 suspendidos) por llegar tarde al himno. La respuesta del piloto español fue clara, directa y sin adornos: “Ha sido una mierda muy cara.”
Sainz no se escondió. Asumió su parte de responsabilidad desde el primer momento. “Fui el primero que levantó la mano y dijo 'he llegado tarde, mis disculpas por ello'.” Pero le costó entender el castigo: “También llegué cinco segundos tarde. Por cinco segundos, tener que pagar 10.000 euros o la moneda que sea... para mí es desproporcionado tener que pagar estas multas.”
Carlos Sainz, muy enfadado
Con un tono entre irónico y resignado, el madrileño dejó caer su incomodidad con la decisión de la FIA. “No sé si me multarán por decir lo que voy a decir, pero a veces esta mierda sucede. Ha sido una mierda muy cara.” Y agregó una reflexión sobre el sentido de este tipo de sanciones: “Sabéis lo que supone 10.000, y por cinco segundos es decepcionante. Espero que alguien me diga a dónde van y por lo menos piense: 'bueno, han acabado en una buena causa'.”
Pero más allá del incidente en Suzuka, Sainz atraviesa un momento de adaptación complejo en su nuevo equipo. La transición de Ferrari a Williams está siendo más exigente de lo previsto. Él mismo reconoce que aún no ha logrado encajar todas las piezas: “Tengo que asegurarme de cometer menos errores y ejecutar mejor el fin de semana.” Y aunque la diferencia con su compañero Alex Albon ha sido visible en algunas carreras, Carlos no ve una brecha real: “No estamos tan lejos como parece.”
“Tengo que conseguir un fin de semana entero perfecto, y llegará”, insiste, convencido de que el salto de calidad es una cuestión de tiempo más que de talento. Sainz sabe que las expectativas lo rodean desde el minuto uno, pero también se defiende con argumentos claros: “Si esperas ver lo mejor de Carlos Sainz en tres carreras en Williams, en un coche nuevo, no entiendes el deporte muy bien, o no sabes cuánto le puede costar a un piloto adaptarse a un coche para poder entender dónde está esa última décima o décima y media.”
Carlos Sainz, de más a menos
Hay días en los que todo fluye, como recuerda el propio piloto al hablar de sus sensaciones al inicio del año: “A veces te subes a un coche de F1 y eres naturalmente rápido. Da igual lo que hagas. Siento que ese fue el caso en Abu Dabi el año pasado y en Bahréin este año. No tenía que pensar a la hora de pilotar, en cuanto me subí al coche era rápido, incluso más de lo que pensaba que podía ser, superó mis expectativas.”
Sin embargo, el equilibrio que sintió en esas carreras iniciales se ha ido desdibujando con el paso de los circuitos. “Ese equilibrio cambió un poco en Australia y los reasfaltados me afectaron en China y Japón.” Ahora, su reto es reencontrar la confianza y exprimir el coche vuelta a vuelta: “Estoy un poco anclado en qué hacer para obtener esa última décima.”
Para lograrlo, no queda otra que meterse de lleno en los datos, los ajustes, las reuniones técnicas: “Ahí es donde empiezas a mirar los datos, trabajar con los ingenieros, pero necesitas realizar todo el proceso para poder sacar las conclusiones y mejorar tu entendimiento.”
El proceso lleva tiempo, y eso es algo que Carlos tiene claro. No hay milagros en la Fórmula 1, ni adaptaciones inmediatas. Solo trabajo. Y confianza. “Eso lleva su tiempo, se consigue a través de la experiencia y de las carreras. Pero estoy calmado, contento y llegaré.”
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