Ciclismo
¿Qué opciones se da Valverde para la Vuelta 2019?
Alejandro Valverde hace tiempo que se presenta en la Vuelta como si fuera a salir de paseo con los amigos. La presión en la carrera española se la quitó hace ya diez años, cuando se impuso en su única gran vuelta. Aquel éxito marca el final de su primer ciclo como profesional. Después llegó la sanción, cumplió los 30 y se convirtió en un ciclista todavía mejor, que encontró el premio a su carrera en el maillot arcoíris que luce como campeón del mundo.
Ya no le quedan obsesiones, sólo retos que sumar a los 39 años. Cuando la mayoría de sus compañeros ya se han bajado de la bici para ser directores o comentaristas, Alejandro luce el maillot de campeón del mundo. Y llega a la Vuelta sin obligaciones, con la libertad que tienen los genios a los que se deja hacer lo que se les ocurra porque siempre se les va a ocurrir algo bueno.
Valverde luce el dorsal número «1» ante la ausencia de Simon Yates, el ganador del año pasado, un reconocimiento de la organización diez años después de su triunfo. Alejandro fue el último ganador del maillot dorado antes de que la Vuelta acogiera como símbolo «la roja», que ahora cumple diez años, pero no pudo defender su triunfo en la carretera.
Ahora luce el «1» con propiedad, pero sin pensar demasiado en volver a llevarlo el próximo año por méritos propios. «Para ganar no creo que esté. Tienes que estar durante 21 días muy bien. Yo vengo bien, pero venimos con un jefe de filas que es Nairo. Yo no me descarto de momento, estaré por ahí delante, pero el jefe es él», explica. Su única certeza es que es el más veterano de la carrera. «Lo que sí es verdad es que soy el más viejo de la Vuelta. Venimos contentos, con alegría y a hacerlo lo mejor posible», añade.
La temporada pasada, con la vista puesta en el Mundial, fue quinto casi sin querer y estuvo en la pelea por el triunfo hasta las últimas etapas. Este año, con el arcoíris sobre sus espaldas no quiere mirar demasiado lejos. «Ahora estoy pensando en la Vuelta, el año pasado era diferente. Pensaba más en el Mundial. Este año es duro, pero hay un abanico más amplio en el que pueden entrar muchos más corredores», admite. «Para mí la presión es la misma, quiero hacer el mismo trabajo, hacerlo bien. En el Tour sí que estaba más desentendido de la general aunque estuve ahí. En la Vuelta si estás bien o no se va a ver pronto», continúa.
Para Alejandro será su decimotercera participación. Suma seis podios y cuatro puestos más entre los siete mejores. Un abandono y el duodécimo puesto en 2016, cuando completó las tres grandes, son sus peores resultados. Nadie con más autoridad que él para hablar de la Vuelta. Y para saber que no admite despistes. «La Vuelta siempre se ha caracterizado por tener muchas etapas sorpresa, emboscadas, y nunca puedes descuidarte. Las etapas de montaña pueden marcar diferencias, pero hay otros días en que también puede haberlas», asegura.
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