¿Qué es y quién forma el TAD? Así funciona el organismo que ha decidido sobre el "caso Rubiales"

En la casi interminable lista de protagonistas del "caso Rubiales" el protagonismo a estas alturas recala en el Tribunal Administrativo del Deporte. El TAD es el organismo al que ya ha recurrido el Consejo Superior de Deportes para que la inhabilitación del presidente de la RFEF, más allá de lo que ya ha decidido la FIFA, sea un hecho.

El Tribunal Administrativo del Deporte es el organismo del cual depende la elaboración del expediente sancionador a través del cual actuará el Gobierno para forzar la inhabilitación de Luis Rubiales. El TAD es el resultado de la integración de los ya desaparecidos Comité Español de Disciplina Deportiva (el antiguo CEDD que se dedicaba a la resolución de sanciones) y la Junta de Garantías Electorales (la JGE que se centraba en los procesos electorales). Estas dos entidades se unificaron en un único órgano administrativo que pasó a tener las funciones y competencias revisoras de la actividad federativa en materia de dopaje, disciplina deportiva y de garantía de la legalidad de los procesos electorales que se desarrollan en las entidades deportivas españolas.

El TAD es un organismo independiente del CSD, como ha repetido en numerosas ocasiones Víctor Francos, y que se encarga de tramitar y resolver expedientes disciplinarios, en última instancia administrativa, a requerimiento del presidente del Consejo Superior de Deportes o de su Comisión Directiva. El TAD recibió la primera solicitud del CSD sobre el "caso Rubiales" el pasado viernes pasadas las 22:30 y esta semana ha solicitado más documentación para emitir su resolución.

Miembros del TAD

El Tribunal Administrativo del Deporte está formado por siete miembros licenciados en Derecho y son designados por la Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes. Se elige un presidente, asistido por un secretario licenciado designado por el presidente del CSD. El organismo debe garantizar la presencia equilibrada de mujeres y hombres. De sus siete miembros, cuatro proceden a propuesta del presidente del CSD y tres son propuestos por las diferentes Federaciones deportivas. La duración del mandato de sus miembros es de seis años y no pueden ser reelegidos. La renovación del TAD se produce de forma escalonada cada tres años.

Los siete miembros actuales son: Francisco de Miguel Pajuelo, letrado de la Seguridad Social que ejerce como presidente; Guillermo de Blas Bados, abogado del Estado y secretario; Eva Fernández, abogada del Estado y vocal; Pilar Juárez, profesora de la Universidad Carlos III y vocal; Alfonso Ramos del Molins, abogado del Estado y vocal y Marina Adela Porta Serrano, abogada del Estado y vocal.

En sus manos estaba el futuro más inmediato de Luis Rubiales como presidente de la Real Federación Española de Fútbol. «El TAD es la última instancia en el ámbito sancionador deportivo que existe, si quieres continuar ya tienes que ir al contencioso administrativo, a la justicia ordinaria», asegura Xavier-Albert Canal, abogado especializado en el ámbito deportivo.

«De acuerdo con la nueva Ley del Deporte, la que entró en vigor el 1 de enero de 2023, se podría considerar la actuación del señor Rubiales como una infracción muy grave. No existe en este caso la de actos machistas, para entendernos, pero sí se podría aplicar “falta de decoro en el ámbito deportivo y abuso de autoridad”», describe Xavier-Albert Canal las faltas en las que podría haber incurrido Rubiales. «Las sanciones para las infracciones de carácter muy grave serían: una sanción económica que podría ir de 3.000,1 euros a 30.000 y la inhabilitación para ocupar cargos por un periodo comprendido entre dos y quince años», asegura este jurista.

Finalmente, el TAD ha decidido calificar de falta grave el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso en la entrega de medallas de la final del Mundial femenino de fútbol. Este hecho provoca que el Consejo Superior de Deportes no pueda suspender como presidente de la Real Federación Española de Fütbol a Rubiales, puesto que para poner en marcha dicho mecanismo se requería que el TAD considerase el acto como falta "muy grave".