El primer entrenamiento libre del Gran Premio de Baréin arrancó con un sobresalto inesperado. En la pista abrasada por el sol del desierto, cuando apenas comenzaba a rodarse el cuarto capítulo del Mundial, Fernando Alonso vivió uno de esos momentos que hielan la sangre en la cabina: el volante de su Aston Martin se soltó súbitamente en plena recta.

Sí, el volante.

El asturiano, que en sus más de dos décadas en la F1 lo ha visto (casi) todo, reaccionó como solo un veterano curtido puede hacerlo: mantuvo la calma, lo recolocó en milésimas, y siguió. Pero el susto quedó. Afortunadamente, todo quedó en un incidente menor, en un volantazo involuntario, literalmente.

Norris manda

Alonso no fue el único protagonista del viernes. En lo deportivo, Lando Norris (McLaren), actual líder del campeonato, volvió a demostrar por qué está donde está. El británico firmó el mejor crono del día con un sólido 1:33.204 sobre neumáticos blandos, en la mejor de sus 18 vueltas. Su McLaren parece haber encontrado equilibrio incluso en las condiciones cambiantes de Sakhir. Tras él, Pierre Gasly (Alpine) se quedó a solo 238 milésimas, mientras que Lewis Hamilton cerró el Top 3 a casi seis décimas.

La sesión, sin embargo, tuvo cierto carácter experimental. Hasta seis pilotos probadores salieron a pista, como parte de los turnos de desarrollo habituales de los equipos. Felipe Drugovich se subió al Aston Martin de Alonso durante parte de la tanda, antes del regreso del bicampeón mundial,, mientras que Luke Browning tomó los mandos del Williams de Carlos Sainz. El británico fue el mejor de los reservas, con un prometedor decimotercer puesto. Drugovich, más discreto, terminó decimosexto, a casi dos segundos de Norris.

Verstappen espera

Por su parte, el vigente campeón Max Verstappen no participó en esta primera toma de contacto con el asfalto barení. Red Bull le cedió su coche al japonés Ayumu Iwasa, que completó la sesión en la decimonovena posición, rodando a más de dos segundos del mejor tiempo.

Carlos Sainz, mientras tanto, volverá a la pista por la tarde para el segundo libre, ya con condiciones nocturnas que se asemejan más a las de la clasificación y la carrera. Lo mismo hará Alonso, que buscará recuperar sensaciones tras el pequeño incidente y volver a apretar con ese AMR25 que, con las manos adecuadas, sigue teniendo destellos competitivos.

Cabe recordar que el piloto asturiano conoce este circuito como pocos: aquí ha ganado tres veces y ha subido al podio en múltiples ocasiones. El susto con el volante solo añade un episodio más a su larga historia en Baréin, un trazado que no perdona despistes… pero tampoco olvida a los valientes.