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Otra victoria de peso de Carlos Alcaraz: se carga a Berrettini en los cuartos de Viena

Venció por 6-1, 6-7 y 7-6. Es el segundo triunfo del español de 18 años sobre un “top 10″

Carlos Alcaraz, feliz tras superar a Berrettini en los cuartos de Viena
Carlos Alcaraz, feliz tras superar a Berrettini en los cuartos de VienaCHRISTIAN BRUNAEFE

Carlos Alcaraz ya es una realidad en el mundo del tenis, pese a que sólo tiene 18 años. Los rivales ya saben cuando se enfrentan a él que su juventud es una trampa, que está maduro ya para competir. El murciano sigue dando pasos adelante de forma imparable. En los cuartos de final de Viena dio otro: derrotó por segunda vez en su carrera a un “top 10″, el italiano Matteo Berrettini, que ahora es el número siete, al que venció por 6-1, 6-7 (2/7) y 7-6 (7/5). Su otra victoria ante uno de los tenistas que encabezan la clasificación fue ni más ni menos que en el US Open contra Tsitsipas, al que superó en cinco disputados sets, ganándose el cariño de los aficionados y el halago de los rivales. “No he visto a nadie golpear la bola tan fuerte”, dijo el heleno tras ese partido.

En Viena, Carlos también pudo en la ronda anterior con Andy Murray (6-3 y 6-4), una leyenda que ahora está recuperando pese a jugar con una cadera de metal. Ante Berrettini comenzó como un tiro en un primer set que dominó de principio a fin con dos breaks. Pero tenían el italiano y su poderoso servicio, que le ayuda a que la derecha haga pupa, mucho que decir todavía. Se trata de un jugador que ya ha sido finalista en un Grand Slam (Wimbledon este curso) y que como domine es temible. No le importó a Alcaraz correr cuando no llevaba la iniciativa, pero sobre todo buscó ser él el que mandara. Tiene una aceleración en sus brazos espectacular: la bola vuela y a veces a Berrettini no le daba tiempo ni a armar el golpe, por lo que tenía que recurrir a un cortado de derecha. Una improvisación. El segundo set se lo llevó el italiano en el tie break, pero Carlos ya sabe lo que es verse en situaciones así. Cada vez es más fuerte de cabeza.

Logró una rotura pronto en el set definitivo, que perdió cuando se acercaba a tener que cerrar con su saque. Otro golpe del que logró levantarse. Juega serio, muy metido en el partido, buscando siempre la complicidad de Juan Carlos Ferrero en el banquillo y sacando el puño. El segundo “tie break” no se le hizo cuesta arriba. En momentos calientes, la bola siguió siendo un balín de la velocidad que le imprimió el español. Jugó agresivo pero con margen, sin necesidad de apurar las líneas para que los errores no se multiplicaran. Logró el primer minibreak, que confirmó con dos puntos en los que el servicio no le ayudó. Pese a tener que jugar con segundo, los sacó adelante para ponerse con tres pelotas de partido. En las dos al resto no le dejó jugar a Berrettini. En la que tuvo con el al mando, un primero potente y abierto puso fin al encuentro.

Ya sí podía sonreír. Da otro paso más para seguir creciendo como tenista y mentalmente. Por eso Sergi Bruguera le ha llamado para disputar la Copa Davis con España. Le queda mucho por mejorar, pero en el murciano hay ya un tenista hecho y derecho. Ahora, otro desafío en la capital de Austria: Zverev, número cuatro del mundo.