Tenis

US Open

Carlos Alcaraz se presenta a lo grande en Nueva York con una victoria épica ante Tsitsipas

En su primera aparición en el Abierto de Estados Unidos, y con sólo 18 años, derrota al número 3 del mundo en un choque brutal de más de 4 horas: 6-3, 4-6, 7-6 (7-2), 0-6 y 7-6 (7-5)

Carlos Alcaraz celebra un punto en su victoria ante Tsitsipas en el Abierto de Estados Unidos
Carlos Alcaraz celebra un punto en su victoria ante Tsitsipas en el Abierto de Estados UnidosSeth WenigAP

Ha nacido una estrella y se llama Carlos Alcaraz. Tiene 18 años, es murciano de El Palmar y se ha convertido en el tenista más joven de la historia en alcanzar los octavos de final del Abierto de Estados Unidos desde Michael Chang y Pete Sampras en 1989. Así de gigante es la victoria que ha conseguido al derrotar en un partido épico a Stefanos Tsitsipas, el actual número tres del mundo y que tuvo que rendirse ante el físico y el tenis de un rival que se presentaba por primera vez en el US Open.

6-3, 4-6, 7-6 (7-2), 0-6 y 7-6 (7-5) fue el marcador de este partido de 4 horas y 6 minutos que ha servido para presentar al gran público a la nueva joya del tenis español. Una perla que está labrando con mucho mimo el ex número uno del mundo Juan Carlos Ferrero. De hecho ha rechazado ayudar a grandes tenistas del momento, entre ellos Tsitsipas, para centrarse únicamente en la carrera de Alcaraz, que emocionó a todo el mundo con su victoria.

Un triunfo que tuvo de todo: emoción, altibajos y giros de guion inesperados. Alcaraz empezó como un tiro, abrumando al griego, que seguramente no tenía muy claro cómo era el tenis de su joven oponente. Se puso 3-0 de inicio y ya fue inalcanzable en el primer parcial. El segundo empezó igual, pero entonces el griego puso sobre la mesa su condición de top3 y de ser uno de los jugadores más en forma del momento.

No se podía permitir esa exhibición en contra Tsitsipas, que reaccionó para igualar y amenazó con arrasar en el tercero. Se puso 5-2 y tuvo tres bolas de set antes de que Alcaraz volviera a alucinar al mundo. Remontó hasta ponerse 6-5 y se llevó finalmente el tie break como si se tratara de un veterano. Con derechas espectaculares, dejadas en momentos culminantes y sin miedo a ser profundo también con su revés. Todos los golpes los tiene el murciano, además de muchísimo descaro.

Tsitsipas se fue al vestuario crispado, aunque a su vuelta todo cambió y volvió a igualar el marcador con un rosco que apuntaba a problemas físicos de Alcaraz. El español llamó al fisio y se tomó una pastilla para los dolores que hizo efecto. Eso y el aliento de la pìsta Arthur Ashe, la más grande del mundo, y que llegó a cantar aquello de “Let’s go, Carlos”. Increíble.

“Estaba muerto al comienzo del cuarto set, sin el público de esta pista central no habría podido ganar el partido”, decía con un inglés todavía titubeante después del triunfo, después de haberse levantado en el quinto set y ser capaz de ganar un segundo tie break a la tercera raqueta mundial. Lo volvió loco con su tenis variado y de vez en cuando lo mataba con una dejada que ponía de los nervios al ateniense.

Al final tuvo que rendirse Tsitsipas, darle la mano y reconocer la llegada de un nuevo talento. Un chico de 18 años que ya tiene en su palmarés la mejor victoria de su corta carrera. Un triunfo enorme que le sirve para poner su nombre en el mapa del tenis.

Se llama Carlos Alcaraz y ya está aquí. El tenis español tiene mucho futuro más allá de Rafa Nadal.