Tenis
Djokovic-Kyrgios: ¿la última oportunidad de ganar un Grand Slam en 2022?
El serbio busca su séptima corona en Londres y su “Grande” número 21, para ponerse a uno de Nadal. No estar vacunado le marcó el arranque de 2022 y le complica el futuro
Novak Djokovic cumplió su rutina de los últimos años en un año nada rutinario para él. El serbio está en la final de Wimbledon por cuarta vez consecutiva, por séptima ocasión en su carrera y además dando una sensación de superioridad incluso insultante, por mucho que Sinner se le pusiera dos sets arriba en los cuartos de final y que también empezara su semifinal contra Norrie perdiendo el primer parcial. Las cifras que deja Nole son mareantes: busca su séptimo título en Londres para igualar a Pete Sampras y a William Renshaw (éste los ganó muchísimo antes de la «era Open», a finales del siglo XIX); sólo le quedaría por delante Federer y sus ocho coronas, pero es que además conquistaría el Grand Slam número 21 y se volvería a colocar al acecho del récord de Nadal, a uno de igualarlo.
La hierba del All England Club está siendo un oasis para el serbio en un 2022 que empezó del revés. Es extraño verle a estas alturas de curso sólo con el Masters 1.000 de Roma en el bolsillo, pero es que apenas ha podido jugar. Fue el gran protagonista de la previa del Open de Australia, el torneo en el que es el rey indiscutible, por todo lo que se lio a su llegaba a Melbourne sin estar vacunado, pero con una exención médica sospechosa. Le acabaron echando del país poco menos que por considerarlo un peligro público, hubo hasta manifestaciones enfrente del hotel en el que permaneció encerrado hasta que se celebró el juicio. A partir de ahí, en pista dura sólo pudo jugar en Dubái y tuvo que esperar hasta la gira europea de tierra batida para tener continuidad. Fue de menos a más, pero Nadal le frenó en los cuartos de Roland Garros en uno de los mejores duelos que han protagonizado. Los problemas volverán para Nole a partir de ahora por el mismo motivo, ya que a día de hoy no puede participar en el US Open, pues no puede entrar a Estados Unidos sin la vacuna contra el covid. Puede ser la última única oportunidad de sumar un «Grande» que tiene esta campaña.
Uno de los que más defendió al serbio por la situación que vivió en Australia fue precisamente su rival en la final de Londres, Nick Kyrgios. Dijo que no era «humano» lo que estaban haciendo con él. Ese gesto cambió la relación entre ellos. «Creo que fui el único que dio la cara por él. En esas situaciones es cuando te ganas el respeto de la gente. No en la pista de tenis, sino cuando hay una crisis de verdad en la vida real y alguien te apoya», ha opinado Kyrgios, que desvela que ahora hasta se mandan mensajes de manera habitual y bromea diciendo que tienen como una especie de «romance». «Fue un gesto que aprecio. Le respeto por eso mucho», responde Djokovic.
Para el tenista de Camberra es la gran oportunidad de su vida. «El chico malo del circuito que tiene talento y lo está desaprovechando», que es la imagen más generalizada que se tiene de él, disputa su primera final de un Grand Slam. Está ahí cuando parecía que sus mejores años habían pasado, perdido en el ranking. «Creo que en los últimos dos años nadie hubiera pensado que podría hacer esto. Hubieran dicho que no tengo la disciplina suficiente, que no tengo el físico, que no tengo la mentalidad para logrado. Incluso yo empecé a dudar de mí mismo, con todos esos pensamientos entrando y saliendo de mi mente», ha reflexionado Kyrgios durante este Wimbledon. «Yo también tuve dudas sobre si quería seguir jugando. Perdí el amor por el juego, las ganas, la chispa. Entonces algunas cosas cambiaron en mi vida. Me di cuenta de que mucha gente quería que jugara. Ahora noto que me queda gasolina en el depósito. Siento que estoy jugando el mejor tenis de mi carrera. Mentalmente me encuentro genial», continuó. Nunca ha sido el tenista más regular, pero siempre ha sido un jugador al que los grandes han temido, conscientes de su potencial y de que posee uno de los mejores servicios del circuito.
Es más, tiene un sorprendente cara a cara con los actuales tenistas del «top 10»: 17 victorias por 16 derrotas. Con Djokovic en concreto es 2-0 a favor, pero hay un poco de trampa porque ambos enfrentamientos fueron en 2017, año en el que el serbio sufría por una lesión en el codo que le acabó afectando a la confianza. Desde 2011, es la única temporada en la que no ha ganado ningún Grand Slam. Kyrgios intentará que esta sea la segunda.
✕
Accede a tu cuenta para comentar