Victoria
Djokovic manda en Wimbledon: gana a Norrie y jugará su cuarta final seguida
El serbio empezó mal la semifinal, pero reaccionó rápido (2-6, 6-3, 6-2 y 6-4). Kyrgios, último obstáculo para que logre su séptimo título en el All England Club
Otra vez volvió a entrar mal al partido Novak Djokovic, como apático, molesto por el sol, y de nuevo reaccionó (victoria por 2-6, 6-3, 6-2 y 6-4) como si lo tuviera todo bajo control, como si supiera que en cuanto se pone, nada se le resiste en la hierba de Wimbledon. El serbio afrontaba las semifinales como claro favorito ante el jugador local Cameron Norrie, pero de sus cuatro primeros golpes, en tres mandó la pelota a la red y sufrió un break para empezar. Es verdad que tampoco tardó en remontarlo y eso le relajó de nuevo hasta que el primer set se le escapó.
Norrie, con ese revés extraño al que apenas le da recorrido, pero aprovecha bien la velocidad de la pelota que viene del rival y además tiene buena mano, podía con la leyenda en los intercambios y le pasaba si intentaba subir a la red. Lo difícil es conseguir mantener eso mucho rato en el tiempo, e incluso mejorarlo cuando el nivel de Novak crezca, que estaba claro que lo iba a hacer.
La reacción no llegó tan tarde como en el encuentro de cuartos contra Sinner, donde se quedó sin margen y por un momento pareció que podía producirse la gran sorpresa. Con un set abajo era el momento de sofocar la rebelión y de no dar la más mínima esperanza al jugador británico. Mejoró en todo el serbio: en la solidez desde el fondo, en el resto, en el saque, en la agresividad para acabar los puntos en la red... El espectáculo había llegado antes, en un punto que se llevó con una volea después de haber salvado una pelota con un «gran Willy», el golpe que se da de espaldas por debajo de las piernas. Lo celebró con todo el público.
Los tres sets siguientes los empezó Djokovic con ventaja y con roturas rápidas que hicieron que todo fuera rodado y que el desgaste fuera mínimo antes de afrontar la que será su cuarta final consecutiva en Wimbledon, donde busca su séptima corona. Las tres anteriores las ganó. No pierde allí desde 2017, en un partido contra Berdych que no finalizó porque se retiró lesionado. Le espera Nick Kyrgios, que está ante su gran oportunidad en su primer partido de un nivel así. Lo afronta reposado del todo después de no haber tenido que jugar las semis con Nadal. Su hombro está dañado, y lo necesita al cien por cien para que su saque le haga volar.
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