Tenis

Nadal necesita mejorar: cae con claridad en su estreno en el Masters ante Fritz

El estadounidense, fenomenal en el resto e implacable en el saque, vence a Rafa (7-6 [7/3] y 6-1), que ya sólo podrá ser número uno al acabar el año si conquista el torneo

Nadal se lamenta durante su primer partido del Masters, ante Fritz
Nadal se lamenta durante su primer partido del Masters, ante FritzAntonio CalanniAgencia AP

Rafa Nadal se presenta con ilusión a estas Nitto ATP Finals y con algunas dudas lógicas: apenas ha jugado partidos desde julio, le falta ritmo, que es lo que a él le viene bien, lo que necesita... “Pero en tenis nunca se sabe”, dice. Esa falta de minutos en pista la notó en su estreno ante el estadounidense Taylor Fritz, que jugó de maravilla y se llevó con merecimiento el encuentro (7-6 [7/3] y 6-1). Lo bueno de esta cita que reúne a los ocho mejores a final de año es que hay una primera fase de grupos, por lo que una derrota tiene arreglo. Su siguiente partido será contra Félix Auger-Aliassime, el pupilo de su tío Toni, ya sin margen de error. Y, aunque a Nadal eso le preocupa cero, la consecuencia de caer en este primer partido es que si quiere arrebatar el número uno a Alcaraz ya no le basta con llegar a la final, tiene que ganarla. En lo que piensa el ganador de 22 Grand Slams es en buscar sensaciones y coger confianza.

El Masters, que se celebra por segundo año en Turín, es bajo techo, en pista rápida, y muchas veces los partidos se deciden por apenas nada, por un detalle, por jugar bien un par de puntos o por un golpe de suerte. El primer set se movió entre cierta igualdad, aunque es verdad que Fritz estaba más sólido con su servicio y Nadal pasó por algunas dificultades que logró solventar. Poco a poco se fue afinando con el servicio el balear y metiendo más primeros. Presionó a su rival, debutante en el Torneo de los Maestros, pero el estadounidense no perdió la compostura ni le pesó que en los cuartos de Wimbledon Rafa lograra superarlo pese a jugar notoriamente mermado por la rotura abdominal que después le obligó a retirarse. Lo de los detalles de estas pistas se vio en el desempate: lo empezó el español con una doble falta y ya fue a remolque todo el rato, incapaz de escalar.

Nadal había mejorado con el servicio, metió muchos primeros, pero es que Fritz empezó a leerle mejor dónde iba a ir ese tiro inicial. Restó todo o casi todo lo que venía, y además lo hizo profundo y además en cuanto tenía una bola corta no dudaba y la calentaba. Sabe Fritz que contra el manacorense ese es su camino: arriesgar, tirar. Y con pelotas que no se acercan a la línea de fondo es más fácil encontrar el ganador y más difícil cometer errores. El encuentro se empezó a convertir en una pequeña tortura para Nadal, porque no encontraba la manera de hacer daño con el saque y sufría en los peloteos largos, su especialidad. Llegó el break del norteamericano y la resistencia del zurdo en el sexto juego en el que sobrevivió a seis pelotas de rotura. Pero a la séptima llegó el doble break en una doble falta. La montaña ya era demasiado alta hasta para Nadal, que no se pudo generar ni una oportunidad de rotura en la hora y 37 minutos que duró el encuentro.