Tenis
Laver Cup, mucho show, algo de tenis, Alcaraz en su salsa y triunfo del Resto del Mundo sobre Europa
La victoria de Fritz sobre Zverev confirma que Resto del Mundo es el campeón (15-9). Alcaraz, centro de las miradas en San Francisco. El español juega esta misma semana en Tokio
El equipo del Resto del Mundo se llevó la Laver Cup 2025 con el triunfo en el último partido de Fritz sobre Zverev (6-3 y 7-6 [7/4]). Carlos Alcaraz, que el sábado había perdido precisamente con Fritz, lideró el intento de remontada el domingo, con los triunfos en dobles, junto con Casper Ruud, ante Michelsen y Opelka (7-6 [7/4] y 6-1), y en individual ante Cerundolo (6-2 y 6-1). Le faltó otra victoria a Europa para forzar, al menos, el desempate (el último día cada duelo ganando cuenta tres puntos), y el resultado final fue 15-9.
Se acaba un torneo que tiene más de show que otra cosa, con la presencia de leyendas como capitanes (en este caso, Yannick Noah en Europa, acompañado de Tim Henman; y Agassi en el Resto del Mundo, con Patrick Rafter de segundo), cuestionable si se mira el calendario del que los tenistas tanto se quejan, con razón, y que por momentos parece más para los tenistas que para los aficionados, aunque no se repartan puntos ATP, como si fuera una reunión de colegas para pasar un fin de semanas juntos, con el tenis como una de las actividades.
El último set de los partidos, por ejemplo, es un supertiebreak, para no saturar. Eso sí, cuando la pelota se pone en juego hay piques y buenos puntos, en los últimos duelos especialmente sí se nota cierta tensión competitiva, sin llegar a la de una cita del circuito. Los tenistas hacen equipo, ríen, se puede ver por ejemplo a Roger Federer, el ideólogo de la Laver Cup, charlando y enseñándole a Alcaraz su pedazo de reloj, o a Fonseca alucinar y casi temblar por conocer al suizo. El brasileño, la sensación de esta temporada, aunque se ha estancado un poco los últimos meses (19 años, necesita tiempo) estaba encantado por lo vivido, rodeado de algunos de los mejores, pero en un ambiente más distendido.
La grada del Chase Center de San Francisco no se llenó del todo en ningún momento, pero los seguidores que lo presencian en directo sí disfrutan de la experiencia. Si hablamos de tenis espectáculo, su mayor exponente es Carlos Alcaraz, que se sintió en su salsa. Ya es capaz de divertirse con un Grand Slam en juego, pues con menos tensión mucho más. El español centró la mayoría de miradas y levantaba la admiración de los compañeros cuando hacía una dejada de volea que salió pegada a la red, imposible, literalmente, de devolver (Ruud tira la raqueta al suelo, Yannick Noah hace reverencias) o por su actitud en general. Suyo fue el golpe del día, un passing de revés resbalando.
El murciano escucha cómo Agassi dice que es una mezcla del «Big 3», cómo McEnroe asegura no haber visto a nadie tan bueno a su edad y cómo Yannick Noah destaca, además de su juego, su actitud y que «trasciende el tenis». Mucho peso en las espaldas del español, con apenas 23 años, pero está acostumbrado desde pequeño. Él fue quien logró superar las comparaciones con Nadal que han sufrido todos los jóvenes tenistas que despuntaban en España, algo así como lo que pasó con Messi y Maradona en fútbol en Argentina.
Próxima parada de Alcaraz, Tokio
El show puro y duro llega a su fin (el año que viene se traslada a Londres) y ahora vuelve el circuito, que para Alcaraz es show... Pero con el número uno del mundo en juego. El chico de El Palmar viaja directamente a la gira asiática y esta misma semana (del 24 al 30) juega en Tokio, un torneo en el que nunca había participado. El año pasado su apuesta fue Pekín y defiende 500 puntos, porque ganó la final a Sinner. Al ir en esta ocasión a Japón, evita un nuevo duelo con el italiano, que repite en la capital china. Las grandes rivales del español serán Tiafoe, Ruud, Shapovalov o Fritz. Su siguiente parada será el Masters 1.000 de Shanghái (1-12 octubre), donde ya sí se reúnen todos los «top».