Tenis

Sara Sorribes y Cristina Bucsa, el comienzo de una hermosa amistad: ganan en dobles el Mutua Madrid Open, el primer torneo que juegan juntas

Las españolas echan por tierra las teorías sobre las claves de ser una buena pareja en tenis y en su primer torneo, al que en un principio no estaban ni apuntadas juntas, logran el título derrotando a las experimentadas Krejcikova y Siegemund (6-0 y 6-2). Podrían compartir pista en los Juegos de París

Sara Sorribes y Cristina Bucsa se coronan campeonas del dobles femenino del Mutua Madrid Open OSCAR J. BARROSO/AFP7/EUROPA PRESS 05/05/2024 ONLY FOR USE IN SPAIN
Sara Sorribes y Cristina Bucsa, las ganadoras del dobles femenino del Mutua Madrid OpenAFP7 vía Europa PressEuropa Press

Años de entrenamiento juntas, conocerse sólo con mirarse, las señas (el puño pasa sacar abierto, si saco el dedo me cruzo, etc)... Sara Sorribes y Cristina Bucsa echaron por tierra todo lo que habitualmente suele ser clave en una pareja de tenis: ellas se han juntado por primera vez en la Caja Mágica y el resultado ni más ni menos ha sido que han logrado levantar el título en el Mutua Madrid Open, derrotando en la final a la checa Barbora Krejcikova, múltiple ganadora de Grand Slams en dobles femeninos y mixtos (hasta ocho títulos de los más preciados tiene), y la alemana Laura Siegemund (1 Open USA ganado en dobles femeninos y otro en dobles mixtos). El resultado, además, no admite dudas: 6-0 y 6-2.

Se juntaron, además, en el último momento. Sorribes estaba apuntada con la checa Marie Bouzkova, con la que forma dúo habitualmente, pero en Madrid no podía jugar por lesión. "Me llamó y me dijo que no estaba. Fui al gimnasio con la suerte de que me encontré al padre de Cristina y le dije: "Ivan, ¿seguís sin tener a nadie como pareja?". No tenían. Entonces fuimos a apuntarnos y nos dijeron que teníamos 15 minutos. Llamé a Marie, vino y nos ayudó mucho: una se borró, otra firmó", explicó Sara. Y de ahí, al cielo. Ha sido una gran semana para ellas, el comienzo de una hermosa amistad que seguramente pueda tener continuidad en próximos torneos y en los Juegos Olímpicos de París. "Vais más lejos que nosotras. Calma, estoy es muy difícil, yo en Roma no juego, ella sí que tiene pareja. Esto va tan rápido y pueden pasar tantas cosas...", calmó la situación Sorribes. "Vamos a disfrutar este triunfo", dijo Cristina. Así se explican una a la otra: “Yo creo que nuestros estilos de juego se adecúan la una a la otra, Sara volea muy bien, es de fondo muy, muy sólida”, dice Bucsa. “Cristina es una gran jugadora, lo he dicho muchas veces, es increíblemente talentosa, tiene un 'feeling' con la pelota espectacular, y yo estoy feliz de poder jugar con ella”, comentó Sara.

Tuvieron un comienzo de partido fulminante con siete juegos ganados de forma consecutiva. “Llegas, llegas...”, animaba Sorribes a su compañera ante una pelota corta. “Mía”, pedía otras veces. “Sí”, gritaba cuando le salía el tiro que quería. Sus experimentadas rivales no encontraban el ritmo y tiraban fuera una y otra bola sin entender lo que estaba sucediendo. Bucsa estaba muy atenta en la red a los cruces y Sara, desde el fondo, hacía un lío a sus rivales con las pelotas altas, con algunos globos. Krejcikova intentó contestar con la misma moneda, pero se le marchaban largos.

Segundo set, con techo

Antes de terminar el primer set, empezó a llover en Madrid. Hubo que esperar un rato para que el encuentro continuara. Lo hizo con el techo echado, pero a las jugadoras españolas no se les apagó la luz. Tampoco cuando llegó el primer break en contra, gracias a un par de buenos restos de sus oponentes. Siegemund intentaba ser protagonista, pero a veces quería acaparar tanto que terminaba equivocándose. Tampoco encontró demasiada ayuda en su pareja, algo desacertada esta vez. Se colocaron 1-2 y parecía el arranque de una remontada... Pero no lograron sumar ni un juego más. Bucsa y Sorribes jugaron sin cometer errores apenas y encontrando los espacios en momentos clave de los juegos, el tiro ganador, la defensa o la volea al límite. Vencieron a unas tenistas que habían llegado hasta la final sin ceder un set. En ese partido definitivo apenas pudieron sumar dos juegos ante dos tenistas que hace dos semanas no tenían pensado participar como pareja. "Estas cosas mágicas pasan así", finalizó Cristina Bucsa.