Una gran Garbiñe no puede con Azarenka

Garbiñe fue Garbiñe por momentos. En su año más complicado, que empezó como número tres del mundo, la española está dejando atrás la ansiedad para poder volver a pelear contra las mejores, como hizo durante 2015. Hay un cambio de actitud en ella, peleona bola a bola, lejos de la tenista que terminó llorando torneos anteriores. Perdió en Miami contra Azarenka (7-6 [8/6] y 7-6 [6/4]), la campeona de Indian Wells, la jugadora del momento, una batalladora incansable, pero el encuentro fue una cuestión de detalles, con opciones para que sucediera cualquier cosa. Dos ajustados «tie breaks» decidieron el choque. En el primero, «Garbi» tuvo incluso una pelota de set con su saque, que desperdició, empujada por un gran resto de Azarenka. En el segundo parcial supo revivir tras verse 5-2 abajo. Ganó su servicio y rompió el de la ex número uno después de salvar dos pelotas de partido. En el desempate definitivo estuvo más fina la bielorrusa. Muguruza cometió una doble falta y algún error de más que la acabaron condenando, pero de moral se la vio bien, dispuesta a pelear. «El partido se ha definido en tres puntos en los dos “tie breaks”, pero yo sabía que jugando bien también podía perder, porque es una de las mejores del mundo», explicó la española, que admitió que está deseando volver a medirse a la misma rival en busca de revancha.

Durante todo el partido se vio el juego agresivo que llevó a Garbiñe al podio del tenis mundial. Restos profundos y tiros poderosos, sobre todo con el revés; un juego atrevido y visitas a la red, pese a que la volea es uno de los golpes que puede seguir mejorando. Atrás quedan los traumas vividos recientemente por la presión de ser un referente, siempre favorita; la pequeña discusión con su entrenador Sam Sumyk en Qatar o la frase «No quiero jugar más» que le soltó entre lágrimas al propio Sumyk cuando perdía 3-0 en el segundo set contra la estadounidense Christina McHale en Indian Wells. «Casi remonto», fueron las palabras de la española en Miami tras el partido. Un cambio de actitud que supone un gran paso para crecer en un torneo donde las principales aspirantes están cayendo. Ya no continúan Serena Williams, la número uno, derrotada por la veterana rusa Kuznetsova (6-7 [3/7], 6-1 y 6-2), ni Radwanska, eliminada por la suiza Bacsinszky (2-6, 6-4 y 6-2).

Bautista sigue adelante

Las sorpresas también se multiplican en el cuadro masculino. Federer no pudo disputar el Masters 1.000 de Miami por un virus, Nadal abandonó por un golpe de calor y Murray fue eliminado por el búlgaro Dimitrov (6-7 [1/7], 6-4 y 6-3). El único español que sigue vivo en el torneo es Roberto Bautista, lo que desde hace tiempo ha dejado de ser una sorpresa. El castellonense tumbó a un «top 10», el francés Tsonga, en un duelo ajustadísimo en el que supo remontar y aguantar la presión (2-6, 6-3 y 7-6 [7/3]). Ahora se las tendrá que ver con Nishikori.