La ciudad de Valencia celebra por todo lo alto el regreso del Levante Unión Deportiva a LaLiga. El conjunto granota ha logrado el ansiado ascenso tras imponerse por 2-3 al Burgos en El Plantío, en un partido que quedará grabado en la memoria de la afición levantinista por el desenlace agónico y el espectacular gol de Carlos Álvarez en el minuto 97.

Un ascenso forjado en la adversidad

La temporada del Levante ha estado marcada por las dificultades. Desde el inicio, el club tuvo que sobreponerse a una serie de contratiempos que pusieron a prueba la fortaleza del grupo. La DANA, que obligó a un parón de casi tres semanas, alteró el calendario y la rutina del equipo, generando un clima de incertidumbre. A ello se sumó una crisis económica que forzó la salida de figuras clave en la estructura del club.

Pese a todo, el equipo dirigido por Julián Calero supo rehacerse y llegar a la recta final de la temporada dependiendo de sí mismo. El partido ante el Burgos era, en palabras del propio Calero, “su final de Champions”, aunque lo que había en juego no era un título europeo, sino el billete a la élite del fútbol español.

La tensión se palpaba en el ambiente desde el pitido inicial. El Levante sabía que solo la victoria le aseguraba el ascenso directo, y salió a por todas. El Burgos, por su parte, no puso las cosas fáciles y planteó un encuentro muy disputado y con ventaja para en el marcador

Carlos Álvarez, el héroe

Cuando todo parecía abocado al empate, apareció la figura de Carlos Álvarez. El futbolista, que ya había sido protagonista en otros partidos importantes de la temporada, se erigió en héroe absoluto al firmar un gol antológico en el minuto 97. Controló el balón en la frontal y, sin pensárselo dos veces, soltó un derechazo imparable que se coló por la escuadra, desatando la locura entre los jugadores, el cuerpo técnico y los aficionados desplazados a Burgos.

El tanto no solo significó la victoria, sino el ascenso matemático a Primera División, ya que los resultados de los rivales directos acompañaron y el Levante selló su regreso a la máxima categoría.

Con esta victoria, el Levante consigue el sexto ascenso a Primera División de su historia. El club valenciano regresa a la élite tras una temporada en la que ha demostrado personalidad, carácter y una fe inquebrantable en sus posibilidades.

El ascenso supone un alivio económico y deportivo para una entidad que ha sufrido en los despachos tanto como en el césped. La vuelta a LaLiga permitirá al Levante estabilizar su proyecto, retener talento y volver a ilusionar a una afición que nunca dejó de creer.