Y Benzema ganó a Morata

Desde que con 18 años debutó en el Madrid, el canterano tuvo que «pelear» con Karim. Se fue, volvió y perdió la batalla. Hoy se mide con él como rojiblanco.

En diciembre de 2010, Morata debutó en un partido oficial con el Real Madrid en La Romareda. Saltó dos minutos al campo, por Di María. El titular de ese encuentro fue Benzema, pero había sido sustituido antes por Granero. Diez días después, Morata, que sólo tenía 18 años, disputó su segundo partido, en Copa, y debutó haciendo algo que haría mucho después: sustituir a Karim.

Morata siempre había llamado la atención en la cantera blanca por su capacidad goleadora y de trabajo. Antes había estado en los filiales del Atlético. «La primera vez que le veo es cuando él prueba en Cotorruelo. El director era Víctor Peligros, estaba junto a Manuel Briñas, y me acerco un poco por allí, para ver cómo iban las pruebas, y ellos me hablan de Morata: “Fíjate en este chico”. Nos quedamos a verle. Llamaba la atención porque tenía bastante efectividad de cara a puerta y tiraba buenos desmarques. Tenía buena técnica individual. Era alevín. Él venía del equipo del colegio», recordaba a Efe Armando de la Morena, su entrenador después en el cadete atlético.

Sin embargo, el nombre que más ha marcado la carrera del delantero español puede que sea Karim Benzema. Y hoy, más que una cuenta pendiente con el Real Madrid, Morata tiene una cuenta con el delantero que desde el principio le cerró la puerta en la punta de ataque.

La hemeroteca es implacable con todos y lo dicho hace años queda desfigurado por el presente. Porque las situaciones cambian y por tanto también lo hacen las opiniones. Hace sólo dos años, algunos madridistas pensaban que Morata tenía que ser titular por delante de Karim Benzema, porque marcaba más goles y porque el francés pasaba por una de esas etapas de apagón que tanto desesperaba a parte de la grada del Bernabéu. Esa parte que antes había apostado por Higuaín para que fuera delantero antes que Benzema y que cuando llegó Mariano pensó que podía hacer sombra al francés. No hubo manera.

Es verdad que Morata lo intentó más que nadie. Se fue a la Juventus para ganar jerarquía y cambiar el adjetivo de canterano por el de jugador confirmado. Por eso, cuando volvió dos años después, en 2016, pensó que podía competir con Benzema sin ningún problema. Parecía que sí y empezó jugando, pero en la cuarta jornada, contra el Espanyol, Morata saltó al campo... para sustituir al francés. Lo de toda la vida. Había perdido.

«Benzema está en un momento fantástico», decía ayer Simeone, que hoy confía en Morata para superar a Karim.