Economía

Mejor, cuanto más cerca

Si algo está provocando esta crisis es la vuelta a lo cercano, a lo local. Desde vecinos a la tienda del barrio, que es la que está sacando de muchos apuros a tantos mayores encerrados en casa

Ventas en el sector minorista
Las ventas del comercio minorista se disparanJosé Maluenda

Los datos facilitados esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con respecto al auge del comercio minorista en nuestro país en el mes de febrero llegan como una premonición, o un aperitivo, de lo que nos mostrarán las cifras cuando tengamos la perspectiva de lo que ha ocurrido en marzo durante el confinamiento. Y es que el comercio minorista registró un crecimiento de las ventas del 5,5% en febrero respecto al mismo mes de 2019, tasa 4,6 puntos superior a la del mes anterior y la más alta desde junio de 2016, según la información del INE. No solo fueron las ventas, también el empleo en dicho sector aumentó un 0,7% en el segundo mes del año respecto al mismo mes de 2019, con lo que ya encadena 70 meses consecutivos de ascensos. Es cierto que las cifras, que ya son buenas en el comercio minorista, se disparan en las grandes superficies, que llegaron a tener una subida del 12 por ciento. Sin embargo, la experiencia nos ha demostrado que, con el paso del tiempo en esta suerte de arresto domiciliario, la tendencia a echar mano de la tienda del barrio, la de toda la vida, ha ido en aumento dado el colapso de las ventas por Internet de las cadenas más grandes o el temor al contagio si los desplazamientos son más largos.

Los periódicos de estos días, desde que el Gobierno decretara el estado de alarma el pasado 14 de marzo, están repletos de historias que narran cómo los tenderos de toda la vida están atendiendo a los vecinos más mayores del barrio, obligados a estar lejos de sus familias, con el mimo y el cariño que esta situación les ha robado. Son los pequeños comerciantes lo que están poniendo el lado más humano a esta pandemia que ha aislado a cientos de miles de ancianos en sus casas. No se trata solo de hacerles llegar los productos más básicos (que también), sino de ejercer un cuidado personalizado cuando más lo necesitan. Ojalá no se nos olvide todo esto cuando volvamos a la normalidad y les devolvamos el favor apostando por sus comercio, por los que están más cerca.