El confinamiento y el teletrabajo ha disparado el consumo de electricidad de los hogares hasta un 28% de media, según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). El mayor tiempo empleado en tareas que implican consumo eléctrico, desde las clases telemáticas de los niños hasta el mayor uso de los aparatos de cocina, como el horno o la lavadora, se ha traducido en "aumentos en la factura mensual de aproximadamente 10 euros”. Mientras la demanda de los grandes consumidores se ha desplomado como consecuencia de la hibernación, los hogares han visto cómo la factura ha crecido pese a la bajada del precio de la electricidad en el mercado mayorista.

El precio medio del megavatio negociado para hoy es de 9,24 euros, un 76% inferior al de hace un año, cuando se pagaba a 39,69 euros/MWh. El precio negociado para mañana se mantiene por debajo de los 10 euros el megavatio hora. Este año, el precio medio en el mercado mayorista eléctrico ha sido de 27,79 euros/MWh en marzo, por debajo de los 35,96 euros/MWh de media en febrero y de los 41,02 euros/MWh en enero. Todas estas medias mensuales han estado por debajo de la media de precio en el año 2019, que fue de 47,78 euros/MWh. El año pasado sólo en el mes de abril el precio medio en el mercado mayorista fue de 50,54 euros/MWh. La demanda eléctrica durante lo que llevamos de mes de abril es de un 16,2% respecto al mismo periodo del año pasado. Además de la influencia en los precios de la caída de la demanda, el mercado está sumando una fuerte generación renovable, que abarata los precios y que la semana pasada representó el 48,7% de toda la generación.

Asimismo, los precios de los derechos de emisiones de dióxido de carbono (CO2), que también tensionan el mercado, se sitúan en 19,72 euros por tonelada, algo por debajo de la media de 2020, que es hasta la fecha de 22,30 euros, precio inferior al de 2019, cuando se alcanzaron de media los 24,84 euros. Los precios negociados en el mercado influyen en el recibo de la electricidad de los consumidores que tienen tarifa regulada o precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC), en el que los precios del mercado mayorista tiene un peso del 35% y el resto son peajes e impuestos. Pese a esta caída, gran parte de los consumidores que tiene tarifas con precio fijo elevadas, no se beneficiarán de las bajadas de precios.

Hogares con hijos, a la cabeza

Los mayores incrementos en términos absolutos, según la OCU, se producen en hogares con hijos que han pasado de trabajar y comer fuera de casa a realizar todas estas actividades en ella. Pese a la mayor presencia en el hogar en horario punta (de 13 horas a 23 horas), el consumo en horario valle tan sólo se ha reducido en un 10% (respecto al 50% habitual). Esta reducción del consumo en horario valle supone un pequeño encarecimiento de la factura en aquellos hogares que tengan activada una tarifa con discriminación horaria, pero sigue siendo, incluso en el confinamiento, la alternativa más rentable para todos los hogares.

Teniendo en cuenta el incremento del consumo y que este se realiza en mayor proporción en horario punta, OCU estima que el incremento de factura en aquellos hogares afectados por el confinamiento será de en torno a 10 euros. No obstante, variará mucho en función del perfil de consumo de cada hogar, pues OCU ha detectado en algunos incrementos de hasta 20 euros, mientras que en otros el incremento ha sido inapreciable.

Según cálculos de la OCU a partir de los datos del operador del mercado ibérico de la electricidad, OMIE, el precio ha bajado un 27% adicional en las dos primeras semanas del mes de abril (de 27,74 euros/megavatio hora (MWH) a 21,04 euros/MWh de media en ese periodo.)