Transporte aéreo

Pánico a volar tras el coronavirus

Un 40% esperará hasta seis meses desde que se controle la pandemia para volver a subir a un avión y otro 60% al menos uno o dos meses, según las aerolíneas

Airbus 380, el avión de pasajeros más grande en el aeropuerto de Teruel
Air France ha trasladado sus A-380 al aeropuerto de Teruel para su estacionamiento y mantenimientoAntonio GarciaAgencia EFE

El coronavirus no sólo está esquilmando la salud del planeta sino un valioso intangible muy difícil de conseguir: la confianza. Los expertos advierten de que el mundo no será como antes de la crisis no sólo por los nuevos hábitos sociales que habrá que adoptar para evitar el rebrote del Covid-19 sino porque costará muchísimo que los ciudadanos vuelvan a hacer con tranquilidad cosas tan rutinarias como ir a la compra, tomar un café en un bar... o montar en avión. El sector aéreo está sufriendo como pocos la parálisis económica inducida para frenar el coronavirus. Y su recuperación será lenta. Puede que muy lenta. Como asegura la principal organización internacional de aerolíneas (IATA), “la confianza de los pasajeros sufrirá un doble golpe incluso después de la contención de la pandemia, dado el impacto de la inminente recesión sobre su situación financiera sumado a la preocupación constante por la seguridad de los viajes".

Según una encuesta realizada por esta asociación, el 60% de los viajeros de avión esperará de uno a dos meses para viajar después de la contención de la pandemia por Covid-19, frente a un 40% que podría esperar hasta los seis meses o incluso más. Además, el 69% podría retrasar los viajes hasta que su situación financiera se estabilice.

IATA ya ha constatado que la prudencia que muestran los encuestados para volver a viajar se observa ya en los mercados nacionales de China y Australia, donde las nuevas tasas de infección por coronavirus están rozando niveles muy bajos. En el caso de China, la demanda nacional ha comenzado a recuperarse tras la reducción a un solo dígito. A pesar del repunte temprano desde mediados de febrero hasta la primera semana de marzo, el número de vuelos nacionales se ha estabilizado en poco más del 40% respecto a niveles anteriores al Covid-19, con unos factores de ocupación bajos.

Australia y China

En Australia, la demanda de vuelos nacionales ha seguido una tendencia negativa incluso tras la caída de la tasa de nuevas infecciones a niveles de un solo dígito. De hecho, la IATA todavía no ha detectado signos de recuperación (el total de vuelos domésticos representa un 10% de los niveles anteriores al Covid-19), incluso cuando los niveles de las nuevas infecciones se acercan a cero.

El comportamiento del mercado doméstico es para la IATA un indicador crítico. La organización espera que los viajes nacionales lideren la recuperación del sector aéreo tras la pandemia, seguidos por los viajes regionales y, por último, los intercontinentales, a medida que los gobiernos van eliminando de manera gradual las restricciones. Este esquema de recuperación de la actividad es el mismo que tiene perfilado el gestor público aeroportuario español, Aena, que, sin embargo, no tiene todavía un calendario de vuelta a la actividad cerrado.

En principio, parece que será la Comisión Europea la que marque los tiempos de reactivación del sector. Bruselas tiene previsto publicar en mayo una serie de reglas comunes para que se retomen los vuelos. Aunque no se conocen muchos detalles de cómo se organizarán los vuelos, la Comisión ya ha avanzado que el distanciamiento social será una de las guías que marcarán su actuación. Aerolíneas como easyJet o Wizz Air asumen que habrá que volar con un tercio menos del pasaje para mantener la distancia en el interior de los aviones. Otras como Ryanair, sin embargo, se niegan y han anunciado que no remotarán la actividad si les obligan a ello. Ayer, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, también se alineó con los que consideran que es inviable desde un punto de vista económica para las compañías dejar un tercio de sus asientos vacíos.