Construcción
El sector de la vivienda, ante el reto de la recuperación
La mayoría de los modelos de predicción apunta a que podríamos ver inicios de mejora en el tercer trimestre del año
Muchas veces los empresarios de los diferentes sectores económicos de nuestro país nos planteamos cual va a ser la duración de la crisis. Cómo se diseñará la recuperación dentro de esa curiosa figura de V asimétrica planteada hace unos días por el Gobierno. Cada actividad tiene una problemática, pero todos tienen en común que la profundidad del impacto está ligada a la duración de la crisis. La mayoría de los modelos de predicción coinciden en un fuerte impacto en este segundo trimestre del año y que podríamos ver inicios de recuperación a partir del tercer trimestre si las medidas de confinamiento resultan eficaces y podemos superar los episodios de contagio hacia finales de mayo.
En el sector de la construcción de viviendas, donde nuestra empresa Pryconsa trabaja, de cumplirse este escenario no serían malas noticias porque, aunque el momento actual es durísimo y quedan por delante meses complicados, el poso que había en el mercado a finales de febrero era bueno, por lo que creo que podríamos recuperar la senda del crecimiento.
Madrid, que es nuestro principal mercado, tiene escasez de oferta y estamos comprobando que el interés no ha decaído en absoluto. Nuestro grupo registró más de 21.000 consultas en la web durante la semana pasada y se generaron 320 contactos nuevos con los que el equipo comercial ya está trabajando. Estimamos que se van a generar reservas en cuanto se despejen las dudas sanitarias.
Una de las dificultades con la que se enfrenta este sector sigue siendo el encontrar suelo y más aún generarlo desde cero. No van a bajar los precios de los solares, ya que la mayoría de los propietarios los han adquirido sin la presión que supondría hoy deber dinero a los bancos. Y esta, para los constructores, es nuestra materia prima y la que suele mandar en los precios finales.
Tengo confianza en que podamos recuperar el pulso normal de mercado en el último tercio del año, si bien creo que el impacto por áreas geográficas puede diferir en función de la dependencia de las actividades más afectadas, como el sector servicios, y por el comportamiento de la nueva sociedad del distanciamiento que, durante bastante tiempo, nos va a acompañar.
En cuanto a los precios de la vivienda de nueva planta, creo que no vayan a experimentar variaciones significativas en la mayoría de los mercados residenciales de primera vivienda respecto de las que tenían a finales del mes de febrero. Las promociones que se van a entregar en 2020 están con unos niveles de venta muy altos y van a generar importantes flujos positivos de caja para la mayoría de las promotoras, y eso es un colchón muy importante para todas ellas.
Las que están en curso para los siguientes ejercicios tienen por delante muchos meses hasta la entrega. Es posible que tengan que recuperar cuatro meses de caída de ventas, pero diluidos entre quince y dieciocho meses de media hasta entrega, no es tan difícil de digerir.
Por lo que se refiere a nuestra empresa, en Pryconsa siempre hemos mantenido una política financiera muy conservadora que nos permite acometer este periodo transitorio de ajuste de la actividad inmobiliaria con tranquilidad y garantías para poder responder de todas nuestras obligaciones con clientes, proveedores y empleados. Actualmente estamos trabajado en todas nuestras obras al 96% con más de mil personas acudiendo a ellas, en la seguridad de que podremos cumplir con nuestros compromisos de entrega de los próximos dos años sin problema. En esta línea, estamos en contacto con el Ayuntamiento de Madrid, para agilizar trámites, ya que entregaremos 500 viviendas en los próximos dos meses.
Pero a todas luces, el mayor impacto que hemos sufrido todos los promotores ha sido el retraso en la decisión de compra de nuestros clientes. Tenemos una gran cantidad de operaciones en marcha anteriores al inicio del confinamiento cuyos clientes han preferido esperar a ver el final del proceso, aunque no han renunciado a la compra. De hecho, hemos puesto en marcha iniciativas comerciales por las cuales, si los compradores no están seguros, les devolvemos su reserva y así pueden incluso elegir vivienda en otros nuevos lanzamientos como Amaniel / Mahou-Calderón.
No quiero dejar de mencionar también las iniciativas de índole social que estamos llevando a cabo durante esta crisis con la Fundación Pryconsa, que está ayudando en el abastecimiento de material sanitario y que dona una parte de nuestras ventas, durante este periodo de crisis, a distintas ONGs para combatir los efectos del Covid19, lo llamamos «Señales Solidarias».
En un plano más amplio, todos los analistas económicos coinciden en que el sector de la promoción y construcción inmobiliaria va a ser una de las locomotoras que ayuden a recuperar empleo en España. Tenemos muchas obras en marcha que no se van a detener y vamos a mantener ese empleo que hace unas semanas estaba hibernado.
Desde la Asociación de Promotores y Constructores de España hemos hecho llegar al Gobierno algunas peticiones. No deja de ser curioso que en ninguna de ellas hayamos solicitado financiación o avales específicos para el sector. Hemos puesto el acento en cuestiones que llevamos años reivindicando y que ahora se hacen aún más relevantes por la necesidad de recuperar la economía lo más rápidamente posible. Por ejemplo, estamos trabajando con plazos de gestión administrativa absolutamente prehistóricos. Es inconcebible que se tarde más de doce meses en obtener una licencia de obra cuando normalmente nos lleva entre dieciocho y veinte meses construir un edificio. Y si queremos recuperar el tiempo perdido, debemos empezar por ahí.
Es cierto que no en todos los sitios es igual. Por ejemplo, tenemos algunos ejemplos de muy buena sintonía con el problema con el Ayuntamiento de Madrid, pero por desgracia tengo que decir que en otros municipios la administración está desaparecida. Cuando actualmente todos estamos teletrabajando, comprobamos que hay ayuntamientos que no tiene habilitados canales de comunicación con sus administrados, haciendo patente la más absoluta de las parálisis.
Los promotores podríamos pedir ayudas, sí, sin duda. Y sería muy bueno que, al menos hasta final de año, hubiera un guiño fiscal a nuestros compradores para que pudieran recuperar la confianza en el sector. Un aplazamiento en el pago del IVA por compra de vivienda sería muy bien interpretado por muchos que se encuentran en el momento de la entrega de llaves con el Rubicón de un 10% de pago sobre el valor de su vivienda. Pero como digo, ya nos gustaría que todos los trámites relacionados con el arranque y entrega de una promoción se pudieran reducir drásticamente. Eso devolvería la vida al sector y sin duda contribuiría a recuperar el empleo que tanto vamos a necesitar y en un sector que es una de las locomotoras de la economía española.
Esta crisis alcanza a nuestro espacio económico inmobiliario en un momento muy diferente y con niveles de solvencia muy superiores a los de la crisis de 2008, con niveles de preventas elevados, con tasas de esfuerzo muy moderadas, tipos de intereses bajos que van a seguir así y escasez de oferta. Si entonces se nos acusó de ser uno de los principales provocadores de la crisis, estoy seguro de que, si se crean las circunstancias para que volvamos a trabajar con celeridad, vamos a ser uno de los sectores que va a tirar del carro de la economía de este gran país.
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