El cielo europeo, vacío de aviones

El estado de alarma también ha dado un periodo de descanso –que nadie pidió– al tráfico aéreo, que está siendo uno de los sectores más afectados por el Covid-19. El cielo está vacío. Y es que, la extensión de la pandemia del coronavirus ha provocado un gran descenso del número de pasajeros internacionales. Los vuelos han registrado una parada casi total con el recorte de las aerolíneas en sus horarios y el ajuste de plantillas de las aerolíneas. El virus ha provocado que cientos y cientos de empresas cancelen sus desplazamientos comerciales y que se pongan en juego más de 900.000 empleos de este sector en España. El declive empezó a notarse en enero, sin embargo no fue hasta dos meses más tarde cuando la situación de la industria comenzaba a preocupar. La caída de las escapadas en el mes de marzo ha sido histórica. El pasado 31 de marzo los aeropuertos europeos solo se vieron transitados por 174.000 viajeros, un 97,1% menos que el mismo día de 2019, según los datos del Consejo Internacional de Aeropuertos en Europa (ACI). Como consecuencia de la pérdida de casi 114 millones de pasajeros, se teme una caída de ingresos de alrededor de 15.000 millones de euros. Para el mes de mayo, el número total de asientos previstos en vuelos internacionales hasta julio es de 23,1 millones, lo que supone una caída del 30,2% respecto al mismo trimestre del año pasado. Por aeropuertos, en Europa ha sido Ámsterdam el que más trayectos ha cancelado en estas fechas. Por su parte, el Adolfo Suárez de Madrid ha sido el sexto. Hay que decir que tras el 1 de abril, toda su operativa pasó a realizarse en la T4. El resto de terminales quedaron cerradas al público. La misma decisión se tomó con respecto al aeropuerto de Barcelona, donde actualmente solo se concentran los trayectos en las zonas A y D de la Terminal 1. El calendario de restablecimiento de vuelos dependerá en gran medida de las reuniones pendientes durante esta semana, que definirán previsiblemente los criterios adecuados para restablecer los viajes en Europa. El futuro está en el aire.