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¿Cómo pagar una residencia de ancianos si no me llega con mi pensión?

Si no puede hacer frente al pago de una plaza en una residencia de ancianos, se puede llevar a cabo alguna de estas fórmulas para abonarla

Programa de apoyo a adultos afectados por enfermedad mental
Programa de apoyo a adultos afectados por enfermedad mentalLa Razón

Una encuesta reciente de la OCU sobre residencias de ancianos reveló que el 65% del total de encuestados no podía hacer frente al pago de una plaza con el importe de su pensión. Según los datos ofrecidos por esta organización, el precio medio de una plaza en una residencia de ancianos es mayor que el importe medio recibido en una pensión.

Entonces, más de la mitad de los encuestados por la OCU tendrán que buscar alguna alternativa si desean conseguir una plaza, para si mismos o para un familiar, en una residencia de mayores ya que el importe de su pensión no alcanza el coste de este servicio.

En el caso de las residencias públicas, una parte del importe de la plaza puede estar subvencionada por la Administración, pero para ello hay que acreditar una situación de dependencia. Sin embargo, suele ser un proceso largo, con una espera media de 209 días, según los datos revelados por la OCU.

No obstante, si se elige por otra alternativa, ya sea por ejemplo por pagar por una plaza privada, y nuestra renta sigue sin alcanzar el coste del servicio, existen diferentes fórmulas que podrían ayudarnos a abonar el pago la residencia. Lo principal y más importante es valorar la situación personal de cada uno y decidir entre las diferentes opciones existentes:

- Apoyo económico familiar: la situación más común es aquella en la que tenemos a algún familiar dependiente y su pensión sea inferior al coste de una plaza. La mejor opción para costear el servicio es que la plaza sea pagada por varios familiares. Esta puede ser una buena solución temporal, por ejemplo en situaciones en las que se espera por la subvención por dependencia.

- Utilizar los ahorros: también se trata de una solución temporal, pero es una buena alternativa para pagar durante un tiempo la plaza de la residencia.

- Vender el piso: es una buena fórmula para obtener bastante liquidez de forma rápida, pero conlleva la pérdida total de la propiedad, algo que puede ser difícil a nivel emocional. Sin embargo, es una fórmula que permite tener más recursos económicos para pagar durante más tiempo dicho servicio.

- Alquiler de la propiedad: si queremos mantener en propiedad el inmueble, otra opción es alquilar la vivienda.

- Hipoteca inversa: se trata de una fórmula en la que una entidad financiera o una compañía de seguros paga un dinero mensual al jubilado mientras viva y, a cambio, su piso pasará a ser propiedad de la empresa en el momento del fallecimiento. Si la familia quiere recuperar la titularidad del inmueble, deberá pagar a la entidad.

- Renta vitalicia inmobiliaria: es una fórmula parecida a la anterior. El jubilado recibe una renta durante el resto de su vida y, a cambio, traspasa su vivienda a la entidad con la que haya firmado dicho acuerdo. Sin embargo, la peculiaridad es que podrá seguir haciendo uso de su hogar.