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Seguridad Social

Escrivá vuelve a saltarse la mesa del diálogo social

Anuncia en un foro que pretende gravar el abuso de los contratos de corta duración sin informar antes a patronal y sindicatos

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, durante el debate del proyecto de presupuestos generales del Estado para 2021 en el Congreso
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, durante el debate del proyecto de presupuestos generales del Estado para 2021 en el CongresoBallesterosEFE

Ni la pandemia, ni la crisis, ni los problemas derivados del retroceso económico parecen haber logrado que el Ejecutivo mantenga centrados sus esfuerzos en subsanar esta situación, e insiste en seguir abriendo frentes de negociación –o de conflicto, según se mire– con los agentes sociales. El último en hacerlo ha sido el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, que ha puesto bajo sospecha las altas y bajas de los contratos de corta duración sin una causa justificada. Según ha defendido en un encuentro online de NEF, su departamento está estudiando la introducción de una tasa penalizadora para aquellas empresas que den de baja los contratos de sus trabajadores durante los fines de semana para volverlos a dar de alta el lunes con el único objetivo de ahorrarse el pago de cotizaciones, «haciendo un uso inapropiado de los contratos temporales».

Este nuevo anuncio, «sin previo aviso» –critican los empresarios– ha vuelto a reabrir las reticencias y los recelos entre los agentes sociales, aunque por diferentes causas. Por una parte, la patronal CEOE ha mostrado su sorpresa ante este anuncio, ya que «no se ha planteado todavía dentro de la mesa, por lo que si no tenemos datos e información para valorarlo, porque no nos los han dado, no podemos hacerlo». Pese a esta cautela de la patronal, fuentes consultadas entre los empresarios hablan sin tapujos de «nueva ocurrencia para desviar la atención. No estamos en estas cosas ahora. Lo importante es salvar la economía y los sectores en el límite de su aguante, como la hostelería y el comercio. Ese debate es el que hay que hacer, cómo salvarlos, no si hay equis contratos fraudulentos», dicen.

Si Escrivá pensaba que iba a contar con el apoyo inmediato de los sindicatos, se equivocaba. Su rechazo no es tanto por el anuncio en sí, «que siempre es bueno resolver este tipo de abusos», sino porque «no se ha planteado donde debe, en la mesa de diálogo», comentaron a este diario fuentes de UGT, que creen que estos anuncios a la Prensa «solo fomentan la incertidumbre en estos momentos difíciles, sobre todo en los colectivos más vulnerables. Estos globos sonda no son buenos para nadie». De igual manera se manifestaron desde CC OO, que no criticaron «el fondo, pero sí la forma de hacerlo. Se nos debe informar de estas cosas, porque si no, cunde la desinformación».

En este sentido, Escrivá no concretó ni cuándo pretende ponerlo en práctica ni cómo se hará. Aunque el anunció partió ayer de su boca, fuentes de su Ministerio se limitaron ayer a confirmar a LA RAZÓN que este tema se pondrá en breve sobre la mesa del diálogo social, por lo que «ahora mismo no estamos en ese debate. Antes de aprobar nada, tenemos que hablarlo con ellos en ese foro, no fuera de él», alegan.

Pero sí lo hizo ayer el ministro cuando explicó sus pretensiones: acabar con «la elevada rotación de contratos en España que se firman de lunes a viernes para no pagar las cotizaciones sociales en sábado y domingo o en periodo de vacaciones» y para aumentar la recaudación de las cuotas. «Vamos a penalizar y a establecer una tasa para las bajas que se den de contratos» que no sean convenientemente justificadas.

Según datos de la Seguridad Social, el 90% de los contratos que se firman en España mensualmente son temporales, pero un 25% –uno de cada cuatro– son de corta duración.