El partido del paro

Será mala suerte o lo que quieras, pero la realidad es que cada vez que gobierna el PSOE la economía se hunde y el paro se dispara. Cierto que la pandemia es mundial. Cierto que el declive de la actividad es generalizado. Nosotros tenemos, empero, la peculiaridad de estar a la cabeza en casi todo. ¿Tal vez por mala gestión? Más que mala, pésima, una máquina de generar incertidumbre e inseguridad jurídica en inversores y empresarios. Zapatero dejó el paro en el 22,6 y Rajoy lo bajó al 14. ¿Recuerdan? Pues ahora ya lo tenemos otra vez rondando el 20, si a la fantasía oficial del 16,5 le sumamos el porcentaje correspondiente a los casi 800.000 parados de los ERTE, que no computan pero que en realidad lo son. O sea, estamos en 3,7 millones de desempleados oficiales, que añadidos a los de los Expedientes se elevan otra vez a 4,5 millones, que pronto serán 5 o más.

De manera que sí, mucha mala suerte, pero ya es demasiado mal fario que siempre le pase al PSOE, conocido en los ambientes como el-partido-del-paro. Felipe González fue un buen gobernante, aunque al final de su mandato el desempleo alcanzó el porcentaje del 22,1, después de haberlo heredado en el 16. Aznar tuvo que trabajar a fondo para bajarlo al 10,5. Y ya sabemos lo que ocurrió con Zetapé, que lo colocó en el 22. Total, que sí: mala suerte que a los socialistas le caigan siempre las desgracias. Solo que peor suerte es que a los españoles nos toquen estos gobernantes especializados en agravar crisis tomando medidas equivocadas. Tanto repartir dinero en subsidios, subvenciones, prebendas y pesebres, que al final la economía se hunde y el paro se desboca. Acabamos el año con 748.400 empleos destruidos en el sector privado. La misma historia again.