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Borja Sanz de Madrid (Ikänik Farms): «Si hay apoyo, el cannabis medicinal será una industria milmillonaria»

«Necesitamos una legalización vertical del sector en España, donde se pueda cultivar, distribuir, exportar e importar»

Borja Sanz de Madrid, presidente de Ikänik Farms
Borja Sanz de Madrid, presidente de Ikänik FarmsikanikIKANIK

Borja Sanz de Madrid preside Ikänik Farms, compañía dedicada a la producción de cannabis medicinal para la industria farmacéutica. El sector ha eclosionado en los últimos años y Sanz de Madrid cree que España no debería quedarse atrás y debería regular un actividad que puede aportar muchos empleos y dinero a las arcas públicas.

–Para quien no conozca su negocio, ¿qué es Ikänik Farms?

– Ikänik Farms es una empresa de cannabis medicinal para la industria farmacéutica. Hacemos un producto final que va a un derivado, y ese derivado se usa para hacer un fármaco. Controlamos hora a hora nuestra planta y podemos lograr los cannabinoides requeridos por la industria farmacéutica. Estamos especializados en un cultivo hecho a medida, en base a los requerimientos de nuestros clientes farmacéuticos.

–¿Por qué cultivan en Colombia?

– A nosotros lo que nos da Colombia, que es el gran diferenciador, es poder cultivar en un país que ha regulado y legalizado esta industria. Podemos hacer un cultivo para llegar al extracto y lo podemos exportar de la mano de las entidades reguladoras de Colombia a países donde esté legalizado recibir este tipo de producto como pueda ser Alemania, Dinamarca o Canadá. Y lo hacemos con las debidas certificaciones.

–¿Qué números maneja esta industria?

–Hoy por hoy, la industria del cannabis medicinal aglutina a unas 100 o 150 empresas que representan unos 500.000 millones de dólares -423.000 millones de euros-.

–¿Cuál es la situación de esta industria en España?

–Necesitamos que España dé un paso adelante y lo legalice. Necesitamos el acompañamiento del Gobierno, que vea lo que supone esta industria y lo que puede generar en un país como España en un momento económico como el que está pasando. Hablamos de un negocio multimillonario que en Colombia representa ya una industria similar a la del petróleo. Ahora mismo, en España hay empresas que están eclosionando con licencias específicas para la producción de algunos cannabinoides, en este caso CBD, que es el componente que se suele usar para la cosmética. Se suele empezar por ahí y luego se evoluciona al THC, que es el psicoactivo; y del THC se evoluciona a un alineamiento con producto e industria farmacéutica. No obstante, la industria está en pañales. Pero el boom es tal, que los países lo que están considerando es apretar el acelerador. Los procesos de legalización cada vez son más ágiles porque nadie quiere quedarse fuera. Y nosotros lo que tenemos que hacer es formalizar una industria, una legalización vertical, donde puedas cultivar, distribuir, exportar e importar. Si no tienes eso, lo conviertes en un mininegocio que no da ni el 0,1% que te puede dar la industria del cannabis medicinal. Para eso necesitas tener toda la cadena legalizada.

–Si tuviera que poner números para convencer a los legisladores para legalizar la industria, ¿qué les diría?

– Una empresa de cannabis medicinal con una inversión de unos 40 o 50 millones puede generar entre 250 y 300 puestos de trabajo y producir entre 3.000 y 4.000 litros anuales de extracto de cannabis medicinal, con una facturación de entre 300 y 400 millones de dólares anuales. Hay empresas americanas que están en estos números. ¿Por qué no lo va a poder hacer España teniendo el mercado europeo que es probablemente el más grande del mundo a nivel farmacéutico? Nosotros, por ejemplo, estamos contemplando ventas por encima de los 250 millones de euros en los próximos dos años. E igual que nosotros lo hemos logrado desde Colombia, se puede lograr desde España. Con otros modelos de negocio, de inversión, de proyecto... pero con un plan de negocio organizado, con controles y con una legalización, esto es una industria multimillonaria para cualquier país que se involucre y cualquier empresa que lleve a cabo un proyecto en condiciones. Está demostrado.

–Si tan lucrativo podría ser este negocio, ¿por qué no se ha potenciado antes?

–Por el estigma que tiene la planta y porque tiene un historial de uso ilegal y lúdico. En el momento en que desaparezca el estigma del uso del cannabis para un porro de marihuana y se vea al cannabis como un producto con el que se puede hacer una medicina para un aliviar un dolor crónico, cambiará la percepción de los usuarios, gobiernos o inversores. Esto ya ha pasado en Canadá. De hecho, las grandes farmacéuticas ya están entrando en el negocio, hay empresas apostando ya miles de dólares.