Ahorro vs Ruido
3.000 euros de multa por poner la lavadora de noche
Aprovechar el nuevo tramo más barato del recibo eléctrico es incompatible con respetar la ordenanza de ruidos. Madrid, Barcelona, Valencia y casi todas las grandes ciudades fijan límites de ruido inferiores a los del centrifugado
El ahorro y el ruido no son compatibles. Los españoles no van a poder aprovechar las horas más baratas (entre las 00:00h y 8:00h) de la nueva factura eléctrica, también conocidas como valle, sin exponerse a sanciones de hasta 3.000 euros por incumplir la ordenanza de ruidos y vibraciones de su zona. La otra alternativa que les queda a los consumidores que quieran sacar el máximo partido al nuevo sistema de tramos (punta, llano y valle) es esperar al fin de semana para poner las lavadoras pendientes, ya que en sábados y domingos el tramo valle se extiende a todas las horas del día.
Aunque las normativas varían ligeramente entre municipios, el nivel de ruido máximo permitido en horario nocturno (entre las 22:00-23:00 y las 8:00 o 7:00) se sitúa entre 30 y 35 decibelios (dB). Según un estudio de la OCU, “el nivel de ruido durante el ciclo de lavado se sitúa entre 46 dBA, en el mejor de los casos, y 57 dBA, en el peor. En cuanto al centrifugado, este puede oscilar entre los 58 y 70,5 dBA”. Por lo tanto, hacer la colada de madrugada resulta prácticamente imposible sin molestar al resto de vecinos y exponerse a sus quejas e incluso denuncias. Las redes sociales ya han dejado ver algunas de las rencillas vecinales que está causando este nuevo sistema. Por ejemplo, algunos usuarios han publicado los mensajes que están apareciendo en sus portales quejándose del ruido y otros reconocen haber tenido enfrentamientos con sus vecinos.
Límites por capitales de provincia
Este choque de intereses entre ahorro y respeto vecinal conlleva que el potencial ahorrador de la nueva factura se vea considerablemente reducido. Lo cierto es que las ordenanzas de ruidos y vibraciones de las principales capitales de provincia coinciden en que encender electrodomésticos como la lavadora de noche no está dentro de los comportamientos vecinales tolerables. Madrid, Murcia y La Coruña llegan a la misma conclusión: entre las 23:00 y las 7:00 el nivel máximo de ruido que se puede alcanzar en el interior de una vivienda es de 25db en los dormitorios y de 30 dB en el resto de las estancias, para garantizar el descanso. Bilbao establece los mismo niveles, pero de 22:00 a 8:00. Por lo tanto, poner una lavadora quebrantaría las normas de forma clara y la posible multa supera cualquier ahorro. En la Comunidad de Madrid las multas por este tipo de ruidos pueden ir desde los 750 euros hasta los 3.000 euros, unos importes que se reproducen en buena parte de las ordenanzas municipales.
Las principales capitales de provincia catalanas tienen unas normativas de convivencia similares y que se contraponen con los nuevos horarios baratos. En Barcelona, los tramos chocan de lleno con la ordenanza municipal en la que según el artículo 59 “desde las 22:00 hasta las 8:00 de la mañana no se permite el uso de aparatos domésticos ruidosos”. En Lérida y Tarragona ocurre lo mismo, aunque Gerona el inicio de las horas de descanso se retrasa a las 23:00. Las ordenanzas de ruidos de Valencia, Castellón y Alicante coinciden con la de Barcelona y su incumplimiento puede suponer una infracción leve y una sanción que va de 60 a 600 euros. Zaragoza también establece el mismo horario nocturno que la capital de Cataluña y estable que no se pueden sobrepasar los 30 dB “en pasillos, aseos y cocina”.
En Valladolid, su ordenanza establece que se debe respetar el descanso de la ciudadanía y evitar la producción de ruidos y olores que alteren la normal convivencia. No obstante, no se fijan ni horarios ni decibelios, sino más bien se apela al respeto entre vecinos y al sentido común. Aquí podría haber un pequeño vacío que algunos vallisoletanos podrían aprovechar si su lavadora no es muy ruidosa y sus vecinos no tienden a quejarse.
Sevilla, la capital de Andalucía, fija que poner la lavadora o el lavavajillas de madrugada es posible siempre que no se superen determinados parámetros acústicos. Sin embargo, el ruido medio de cualquier lavadora sobrepasa de entrada los mínimos establecidos. El resto de provincias de la comunidad autónoma se rigen por ordenanzas similares en las que el horario nocturno en el que no se permiten ruidos oscila entre las 22:00-23:00 y las 7:00-8:00.
En Palma de Mallorca, perturbar el descanso nocturno (de 23:00 a 7:00) con molestias acústicas (30 dB en la cocina) puede costar hasta 12.000 euros si si se excede el límite entre 6 y 15 dB de forma reiterada. Por su parte, la normativa de Las Palmas de Gran Canaria también deja bien claras las limitaciones en su artículo 40 dedicado a los aparatos domésticos: “Los aparatos domésticos como pueden ser lavadoras, licuadoras, picadoras y otros, no se podrán utilizar entre las 22:00 y las 8:00”, si emiten un nivel de ruido superior a los 30 dB. Así, poner una lavadora en horario valle entre semana parecer ser misión imposible.
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