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UE y EEUU ponen fin a la guerra arancelaria por Airbus y Boeing tras 17 años de tensiones

Firman una moratoria de cinco años para todos los productos menos el aluminio y el acero

Acuerdo para terminar con la disputa entre Airbus y Boeing
Acuerdo para terminar con la disputa entre Airbus y BoeingDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

El hacha de guerra está enterrada. EE UU y la UE han puesto fin a una contienda de 17 años al haber acordado suspender durante 5 años los aranceles impuestos de manera mutua debido a las ayudas concedidas para la fabricación de los aviones Airbus y Boeing. En los dos casos, la Organización Mundial del Comercio había dictaminado que estas subvenciones eran ilegales, ya que no respetaron los estándares internacionales.

Esta noticia llega justo en plena gira europea de Joe Biden quien hoy se encontraba en Bruselas manteniendo un encuentro de alto nivel con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo, Charles Michel. Este importante gesto supone un paso más hacía el deshielo de las relaciones transatlánticas tras los convulsos años de la era Trump. El cambio de tono del nuevo inquilino de la Casa Blanca fue evidente cuando en el mes de marzo las dos partes anunciaron una tregua comercial y se dieron de plazo hasta el próximo 11 de julio para llegar a un acuerdo duradero que felizmente ha acabado teniendo lugar. «Hemos dado un paso principal para resolver la disputa comercial más larga en la historia de la OMC», aseguró satisfecha la presidenta del ejecutivo comunitario.

A pesar de esta buena nueva, la responsable estadounidense de Comercio, Katherine Tai, explicó que este acuerdo se mantendrá vigente siempre y cuando «el apoyo de la UE a Airbus sea coherente con los términos del acuerdo» y los fabricantes de EE UU puedan competir de manera justa en los mercado internaciones.

La disputa data del año 2004 y fue más de una década después, en 2019, cuando la OMC dio la razón a EE UU al concluir que los subsidios europeos a sus aviones eran ilegales. En ese momento, la Unión Europea sabía que el recurso interpuesto contra Washington por haber concedido también ayudas a sus aviones iba a saldarse también a favor de los intereses europeos. Por eso, pidió a Donald Trump abrir negociaciones, fumar la pipa de la paz y no adoptar ninguna represalia. Pero Washington no hizo ningún caso a esta rama de olivo y prefirió plantar batalla al imponer una subida arancelaria por valor de 6.172 millones de euros. La ofensiva fue contestada por Bruselas un año más tarde con represalias por valor de 3.292 millones de euros. Los dos movimientos estaban amparados por la OMC, pero tan sólo consiguieron emponzoñar aún más las tensas relaciones durante la era Trump. Esta disputa afectó a 113 productos de la industria agroalimentaria española que se vio seriamente castigada, ya que estos bienes representaban, según el sector, más del 50% de los productos exportados a EE UU.

Para que este acuerdo sea permanente, las dos partes formarán un grupo de trabajo sobre aviones. Además, la UE y EE UU han conseguido también superar sus diferencias respecto a China y «confrontar las inversiones en el sector de la aeronáutica por parte de actores ajenos al mercado en nuestras economías», según explicó Tai. La gira de Biden tiene como objetivo conseguir que los socios europeos hagan frente común con EE UU para contrarrestar el poder creciente del gigante asiático tanto en el comercio internacional como en la carrera armamentística o sectores estratégicos como las redes de alta velocidad 5G Parece que lo está consiguiendo. «EEUU y la Unión Europea trabajarán juntos de manera específica para reflejar nuestro altos estándares, lo que incluye la colaboración en la inversión tanto interna como externa y la transferencia de tecnología. Es un modelo que podemos construir para hacer frente a los retos suscitados por el modelo económico chino», aseguró Biden en un comunicado.

Pero nada es perfecto. Tras la noticia de hoy, el otro gran interrogante reside en los aranceles impuestos por EE UU al aluminio y el acero. En el comunicado de difundido tras la cumbre UE-Washington, las dos partes se emplazan hasta finales de año para encontrar una solución y abordar el problema de la sobrecapacidad que, según EE UU, justifica las represalias impuestas. Una acusación que Bruselas niega.