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Así será el relevo en Inditex de Marta Ortega, la cuarta mujer al frente de una empresa del Ibex 35

La nueva presidenta de la compañía a partir de abril deberá, entre otros retos, mantener al grupo como la primera empresa de España

Amancio Ortega junto a su hija Marta, en una imagen de archivo
Amancio Ortega junto a su hija Marta, en una imagen de archivolarazon

Hace 17 años el fundador de Inditex preparó de forma ordenada su sucesión al frente de la compañía fichando a Pablo Isla como vicepresidente y CEO, primero y, posteriormente, como presidente ejecutivo. Se iniciaba así un relevo que culminará el próximo 1 de abril con el nombramiento de su hija menor Marta (fruto de su segundo matrimonio con Flora Pérez) como presidenta del grupo textil que fundó hace ya casi seis décadas. Si bien es cierto que se trató de un anunció sorpresivo, vía hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), no lo es menos que el tema de la sucesión se barruntaba desde hace meses, especialmente desde que «WSJ Magazine»,la revista mensual del influyente «The Wall Street Journal», publicó una extensa entrevista con la heredera, a la que también dedicó su portada.

El medio elegido no fue baladí. Y es que el hecho de que fuese publicada por el periódico estadounidense, considerado como una de las biblias del capitalismo actual, se interpretó como una verdadera presentación ante la élite económica mundial de quien estaba llamada a presidir el grupo fundado por su padre. Sin embargo, lo que nadie pensó es que el relevo se produjese en un espacio tan corto de tiempo, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de los analistas coinciden en que la gestión de Pablo Isla en estos más de tres lustros ha sido más que adecuada, con una administración eficiente de recursos, y con unos números que, sin duda, le respaldan.

Desde que tomó las riendas, la compañía ha multiplicado por cinco sus ventas, y se ha convertido en la primera empresa del Ibex 35, con una capitalización bursátil en el entorno de los 90.000 millones de euros, muy por encima de los 66.000 millones de Iberdrola o los 54.000 de Banco Santander. Tras tomar el testigo de Amancio Ortega al frente del grupo, la acción de Inditex se ha revalorizado un 830%, convirtiéndose en uno de los mayores grupos de distribución del mundo, formando parte del «Top 50» del ranking Global Power of Restailing elaborado por Deloitte y la revista Store.

Disipar dudas

Los retos que tiene por delante Marta Ortega y el que será el nuevo consejero delegado de la compañía, Óscar Maceiras, no son pocos, empezando por mantener el crecimiento constante que el grupo ha experimentado en los últimos años y, en un momento, especialmente crítico para el sector de la distribución. Además, el nuevo tándem en la cúpula de Inditex deberá disipar con su gestión los recelos iniciales que en la comunidad inversora ha levantado el cambio (la Bolsa recibió la noticia infligiendo un importante castigo a la acción de Inditex, que se dejó en la sesión del martes un 6%).

Aunque, hasta ahora, Marta Ortega no ocupa ningún puesto ejecutivo en la empresa familiar (actualmente, forma parte del equipo directivo de Zara, en el que desempeña una labor vinculada principalmente al diseño y desarrollo de producto de Zara Woman y a la gestión de la imagen global de la marca), el repentino cambio lleva a pensar que, probablemente, la hija del dueño haya estado trabajando en la «sombra» más tiempo del que se piensa, incluso tomando decisiones clave dentro de Inditex.

Lo que para unos es un «dedazo» en toda regla, para otros es un proceso natural que supone el ascenso de una persona que conoce todos los procesos productivos de la empresa en la que lleva trabajando desde que tiene capacidad legal para hacerlo. De hecho, inició su actividad profesional en Inditex en el año 2007, tras graduarse en International Business por la European Business School de la Regent’s University de Londres. Una vez que hubo terminado sus estudios, se incorporó a la plantilla de la tienda Zara de King’s Road en Londres y, posteriormente, ejerció tareas profesionales en diferentes destinos internacionales y áreas de negocio del grupo. Es también vicepresidenta de Partler 2006, una de las sociedades holding del Grupo Pontegadea, el brazo inversor de la familia Ortega, a la que el patriarca transfirió en 2011 el 50,01% de Inditex, y que cuenta con activos inmobiliarios por valor de más de 15.000 millones de euros. Asimismo, es miembro del patronato de la Fundación Amancio Ortega desde 2015.

La que durante años se ha considerado como sucesora de Amancio Ortega pasará de heredera a presidenta, aunque no ejecutiva, en apenas cinco meses, convirtiéndose en la cuarta mujer al frente de una empresa del Ibex 35, junto a Ana Botín (Santander), María Dolores Dancausa (Bankinter) y Beatriz Corredor ( REE) y, además, en la más joven, ya que solo tiene 37 años.

Digital y sostenible

Uno de desafíos importantes que Inditex sigue teniendo por delante es el coste de la cadena de producción y el transporte, junto con la estrategia de localización de sus establecimientos para abarcar la mayor parte de la población posible sin canibalizar tienda entre sí. Un reto que se une a otros no menos importantes, como la transformación digital y a la sostenibilidad, dos pilares clave en la estrategia presente y también futura. A día, de hoy, la empresa española es ya un líder mundial del eCommerce que, como ha dicho el propio Isla, mira directamente a los ojos a gigantes como Amazon o Alibaba.

Ha sido precisamente el crecimiento constante del peso de las ventas por internet (espera que representen el 25% de las ventas totales cuando concluya el año) las que le ha permitido recuperar el «tono normal» de facturación y beneficios. Tras entrar en «número rojos» por primera vez su historia en el primer semestre de 2020 como consecuencia del confinamiento estricto forzado por la pandemia, Inditex presentaba tan solo un año después unos resultados récord en ventas, beneficios y caja, dando así por zanjada la crisis de la COVID- 19. Las ventas del grupo en el primer semestre fiscal de 2021 (febrero-julio) ascendieron a 11.936 millones de euros y su beneficio neto se situó en 1.272 millones. La generación, por su parte, de caja alcanzó los 8.023 millones. A cierre del semestre, el grupo contaba con 6.654 tiendas tras la inauguración de 92 establecimientos en 27 países.

Pese a que Carlos Crespo, actual CEO, también abandonará su puesto el próximo 31 de marzo, se mantendrá el organigrama de la compañía como director general de Operaciones, Transformación Sostenible y Digital. Hay que recordar que Crespo fue una apuesta personal de Pablo Isla, precisamente para acompañarle en esta transformación no solo digital y tecnológica, sino que también en los retos derivado de la sostenibilidad, junto a María Fanjul, la encargada desde 2014 de coordinar el negocio online y que abandonó la empresa a finales del año pasado.

Modelo empresarial

La compañía con sede en Arteixo ha apostado por un modelo en el que el cliente pueda relacionarse con sus marcas, donde, como y cuando prefiera, de manera que la experiencia siempre sea la misma, independientemente si está en casa o comprando físicamente. Inditex, con Zara a la cabeza, siempre ha ido un paso por delante en el uso de la tecnología aplicada al «retail» y en el eCommerce. Fue esta marca la que abrió el camino del comercio electrónico al sector. También fue la primera en introducir innovaciones, como permitir recoger los pedidos online en tienda, con el consiguiente ahorro de gastos de envío, o la tecnología de identificación por radiofrecuencia que permite conocer qué prendas están disponibles. Uno de los puntos centrales de la estrategia es Inditex Open Platform (IOP), una base tecnológica propia sobre la que pivotan todas las operaciones digitales de la compañía.

Para avanzar en la creación de productos responsables con el medio ambiente, la empresa ha desarrollado programas específicos que abarcan toda su cadena de valor. Uno de los más relevantes es el relativo a las materias primas utilizadas. Y es que, para 2025, el 100% del algodón, el lino y el poliéster utilizado en la confección debe tener un origen orgánico. La utilización de energías renovables es otro de sus compromisos. Actualmente, la totalidad de la energía consumida en sus instalaciones en España es «verde».

Plataformas de distribución

En su estrategia también se ha enmarcado el cierre de 350 establecimientos a pie de calle, especialmente los más pequeños. Su objetivo es que las tiendas sean de mayores dimensiones, de manera que cada una de ellas actúe como una pequeña plataforma de distribución integrada con la parte online.

En este sentido, la empresa anunció el pasado año que invertiría 1.000 millones de euros para impulsar la actividad online, y otros 1.700 millones destinados a la actualización de la plataforma integrada de tienda.

La estructura y el modelo logístico de Inditex es objeto de estudio en las prestigiosísimas aulas de Harvard o en la parisina INSEAD –elegida durante varios años como la mejor escuela de negocios del mundo–. Con colecciones que se renuevan cada 15 días y la rapidez y eficiencia con las que llegan a las casi 7.000 tiendas que tiene repartidas por todo el mundo, es un ejemplo de flexibilidad digno de análisis. Una ductilidad que se complementa con su estrategia digital, enfocada hacia la venta en la web, pero sobre todo, hacia la app, fundamental para una firma que no invierte en publicidad ni hace promociones. A través de la misma, convierte a sus usuarios en prescriptores que comparten sus contenidos de forma inmediata, lo que es esencial para sus firmas.

Boatiné

La historia de Inditex va intrínsecamente unida a la de su fundador, Amancio Ortega. El embrión del gran grupo fue Confecciones GOA, la empresa que Ortega puso en marcha con su entonces esposa, Rosalía Mera, en 1963, dedicada a la confección de batas para señora. En 1975, abrió su primera tienda Zara en el centro de A Coruña. Entonces, nada les hacía pensar que su compañía pasaría del modesto boatiné de andar por casa a vestir y calzar a mujeres de 216 mercados y a cotizar no solo en el Ibex 35, sino también en el FTSE Eurotop 100 y en el Eurostoxx 600. A partir de esa primera inauguración, comenzó una carrera vertiginosa de expansión que ha llevado a Ortega y a su hija mayor Sandra (que heredó de su madre el 5,05% de Inditex cuando ésta falleció en 2013) a ser el hombre y la mujer más ricos de España, según la revista Forbes.

En 1988, Zara inauguró su primera tienda fuera de nuestras fronteras, en Oporto. Un año más tarde, cruzaría el Atlántico, con su primer local en Nueva York. Le seguirían París, Reino Unido, México, Malta, Noruega, Chirpre, Israel, Qatar e, incluso, Hawai, donde abrió su primera tienda en 2015 en la capital Honolulu. A partir de 1991, comenzó a incorporar nuevas firmas al grupo: Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Uterqüe. Esta última marca dejará próximamente, en 2022, de ser independiente y se integrará en Massimo Dutti. En 2012, comenzó a operar en China, empezando así su apuesta por el mercado asiático que, a día de hoy, es prioritario en sus planes de expansión.

A partir de abril, se abre una nueva etapa para una compañía que ha sido un ejemplo de gestión a lo largo de los años, y que tendrá como gran protagonista a la hija del fundador, que deberá mantener e, incluso, incrementar los logros conseguidos en casi 60 años. El tiempo y el trabajo que desempeñe al frente de Inditex dirán si el repentino cambio que, hoy, muchos cuestionan, ha sido adecuado. Como gran apasionada de la hípica que es, este será, sin duda, su gran salto.

Pablo Isla, el hombre discreto que supo leer el futuro del “retail”
El todavía presidente de Inditex, que se incorporó a la compañía en 2005, supo leer muy bien el futuro, adelantándose al fenómeno bautizado como «Apocalipsis Retail». Nacido en Madrid hace 57 años, es enormemente discreto. No le gusta aparecer en los medios y tampoco tiene perfiles en las redes sociales. Desde que fichó por Inditex, lleva una vida tranquila en Oleiros, a una media de Arteixo. Estudió en el colegio de Nuestra Señora del Recuerdo. A este centro escolar de la capital , gestionado por los jesuitas, también han asistido otros alumnos ilustres como Alberto Ruiz Gallardón o Rodrigo Rato. Allí, donde él y sus tres hermanos eran conocidos como los «archipiélagos», coincidiría con la que después sería su esposa, María de la Vega Cabrera, cuando ambos estudiaban COU. Son padres de tres hijos. El mayor de ellos, Santiago, es el cantante del grupo indie de rock Chelsea Boots. Se licenció en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y, posteriormente, fue el primero de su promoción en la oposición a Abogado del Estado. En 1992, dejó su plaza para ser director de Servicios Jurídicos del Banco Popular y, en 1996, fue designado director general de Patrimonio en el primer Gobierno de José María Aznar. Inició el milenio como presidente de Altadis, donde sustituyó a César Alierta. También asumió la Presidencia de Logista, filial de distribución de Altadis, hasta que se incorporó a Inditex. Aún no se sabe nada de su futuro profesional, aunque, teniendo en cuenta que, «Forbes» le otorgó el reconocimiento de mejor CEO de la década, ofertas no le faltarán.

Las empresas familiares, protagonistas de la economía

El nombre de innumerables compañías de nuestro país se encuentra íntimamente unido a un apellido. Se trata de las empresas familiares que, en España, ascienden a 1,1 millones, lo que supone el 89% del total. Sociedades que crean el 67% del empleo privado de nuestro país, que tienen en plantilla a más de 6,58 millones de trabajadores, siendo responsables, además, del 57,7% del PIB del sector privado, lo que las convierten en las mayores generadoras de empleo de España, según datos aportados por el Instituto de la Empresa Familiar.

Algunas de las compañías más importantes de España, cuya relevancia traspasa fronteras, cotizando incluso en los principales índices bursátiles del mundo, tienen un origen familiar. Aparte de Inditex (los Ortega), Banco Santander (los Botín), Ferrovial (los Del Pino), Mercadona (los Roig), Acciona (los Entrecanales), El Corte Inglés (los Álvarez), Gestamp (los Riberas), Porcelanosa (los Colonques y los Soriano), Meliá (los Escarrer), Almirall (los Gallardo), Iberostar (los Fluxá), Corporación Financiera Alba y Banca March (los March), Técnicas Reunidas (los Lladó), Pikolin (los Soláns) o FFCC (las Koplowitz) –aunque actualmente la compañía está controlada por Carlos Slim– son ejemplo de esta tipología empresarial, cuyo legado ha pasado de padres a hijos.

Si hay un momento especialmente crítico en este tipo de sociedades, que comparten una característica común, y es que todas ellas están arraigadas en la visión compartida por una familia empresaria, ése es, sin duda, el de la sucesión. Y es que solo el 30% de estas compañías pasan de la segunda generación, y de éstas el 50% (15 de cada 30) culminan con éxito la transición hacia los nietos.

Trascender en el tiempo y dejar un legado a las generaciones venideras son, por tanto, dos de los principales objetivos que guían a las empresas familiares y a sus responsables, para lo que resulta fundamental contar con un plan sucesorio.

La futura nueva presidenta de Inditex, Marta Ortega, representa a una nueva hornada de empresarios, que se se han ido incorporando paulatinamente, o que lo harán en un futuro próximo, a las cabinas de mando de estos negocios familiares. Muy preparados académicamente y conscientes de la responsabilidad que contraerán no solo con la organización, sino también con sus empleados, muchos de ellos han comenzado a trabajar en la empresa desde abajo, lo que les ha permitido conocer los entresijos de los negocios creados por sus padres, abuelos e, incluso, bisabuelos.

Todos ellos deberán asumir la responsabilidad de continuar haciendo crecer sus respectivos negocios, de manera que garanticen que el testigo pasa a la siguiente generación. Quizá no todos los consigan.