Estrategia

Almudena, de Tomelloso: «El presidente me dijo: ‘‘Mañana cumplo, ¿eh?’’»

Esta empleada del hogar fue la “elegida” por Moncloa para hacer la pregunta que dio lugar al anuncio del desempleo para todo el sector

Almudena en el momento de su intervención el lunes en La Moncloa
Almudena en el momento de su intervención el lunes en La MoncloaAlberto R. RoldánLa Razón

La Prensa de Tomelloso le ha dedicado esta semana varios artículos. De la noche a la mañana, Almudena se ha convertido en un personaje en su pueblo. En realidad, su nombre ha sonado en toda España, siempre adosado a la localidad de Ciudad Real en la que nació y donde trabaja como empleada del hogar desde hace 17 años. Fue la “elegida” por el Palacio de La Moncloa para hacer la pregunta que dio pie al anuncio del presidente del Gobierno de una medida histórica: garantizar la subvención por desempleo para este maltratado sector.

En conversación telefónica con LA RAZÓN, Almudena explica cómo se fraguó una puesta en escena que forma parte de la estrategia socialista de acercamiento a la «gente» tras el descalabro del PSOE en las elecciones andaluzas. «Me vino la idea de buscar en Internet un buzón de sugerencias o alguna forma de poder escribir directamente al Gobierno, que es quien tiene que aprobar la ley. Eso es lo que hice. Escribí un único correo hablando de la gran incertidumbre con la que trabajamos. Fue en febrero y me olvidé de ello. Era impensable lo que ha acabado pasando». Lo que terminó sucediendo fue que a finales de agosto recibió una llamada de La Moncloa preguntándole si quería participar en el acto que ha tenido lugar el pasado lunes. Asegura que no se lo pensó ni un segundo, que dijo que sí del tirón y no fue hasta después de colgar el teléfono cuando se preguntó en qué lío se había metido.

Después de varias llamadas más para concretar los detalles acordaron que acudiría a hacer su pregunta al presidente, aunque en ningún momento supo que el acto iba a ser restransmitido en directo. Llegó sola en autobús, «aunque se ofrecieron a pagarme los gastos del viaje yo no quise», y se volvió para Tomelloso después de comer en Madrid.

«Honestamente, no estaba nerviosa. Nos juntaron a todos los que íbamos a intervenir en una salita y estuvimos charlando. Luego entró el presidente a saludarnos, fue muy agradable y muy natural todo. Hicimos un solo ensayo en el que leí el texto que llevaba preparado para explicar el problema con mis propias palabras. Nadie me cambió nada. Lo dieron todo por aprobado», continúa.

Asegura que ella se enteró de que la nueva ley sobre servicio doméstico iba a salir adelante al mismo tiempo que el resto de los españoles. A su intervención siguieron otras cuatro sobre cambio climático, igualdad, seguridad alimentaria y pensiones (ninguna sobre la inflación o la crisis energética). Sánchez tomó entonces la palabra para anunciarle a Almudena lo que ocurriría al día siguiente «en esa misma sala en la que se celebra el Consejo de ministros y ministras». Así se quedó al oírlo: «Yo no sabía nada del anuncio, era totalmente impensable. Ni siquiera sabía si se iba a transmitir en directo o se grabaría. Todo lo fui comprobando sobre la marcha. Me quedé un poco ‘‘desajenada’', la verdad».

En unos minutos, esta empleada del hogar se convirtió por obra y gracia de La Moncloa en la cara de todas las trabajadoras domésticas de nuestro país, aunque ella asegura que nunca formó parte de ninguna asociación. Detrás de Almudena hay más de 300.000 ciudadanas (sobre todo son mujeres) que llevaban años exigiendo una ley que pedía la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Según esta institución, una de cada tres trabajadoras del sector carece de contrato en España.

Además del derecho al paro, la ley aprobada el martes contempla la mejora de otras condiciones (como la formación) y otorga una mayor protección jurídica equiparable a la del resto de trabajadores. En caso de despido, será el Fondo de Garantía Social (Fogasa) el que se haga cargo de las indemnizaciones de aquellos empleadores que se declaren insolventes, una circunstancia que no se daba hasta ahora. También se restringen las causas que justifiquen el desistimiento del contrato.

Esta incertidumbre no le había tocado hasta ahora a Almudena, que lleva 17 años en la misma casa. «Estoy encantada con mi trabajo. Ellos sabían que iba a ir a Moncloa, claro, porque era lunes y me tenía que coger el día libre. Afortunadamente, nunca me he visto en la tesitura del paro, aunque siempre puede pasar. Sobre todo en esta época después de la pandemia». Como anécdota para contar a los nietos dice que después del acto, tras la foto oficial con Sánchez, el presidente le dijo: «Almudena, que mañana cumplo, ¿eh?». «Esta frase se me quedó grabada. Le di las gracias».