Crisis de costes

Cada día hay dos ganaderos de leche que tiran la toalla en España

En el último año, 784 explotaciones han cerrado, pese a la subida del 41% del precio de la leche. Los costes de la alimentación animal se han disparado un 80% respecto a 2020

Explotación láctea de Villacorona en la localidad de Sangrañén, en Huesca.
Explotación láctea de Villacorona en la localidad de Sangrañén, en Huesca.Toni GalánAgencia EFE

Más de dos ganaderos titulares de explotaciones ganaderas de vacuno de leche dejaron la actividad y abandonaron la producción entre agosto de 2021 y el mismo mes de este año. Según los últimos datos hechos públicos por el Ministerio de Agricultura, en ese mes declararon entregas de leche de vaca 10.918 ganaderos, lo que supone 784 explotaciones menos que un año antes, con una caída del 7%. Mientras tanto, el precio de la leche de vaca volvió a subir en agosto en España. La media se situó en 47,6 céntimos de euro por litro, lo que supone un incremento del 3% con respecto a julio y del 41% anual. En las entregas de leche a las industrias se registró un nuevo descenso respecto al mismo mes del año pasado y el acumulado durante los ocho primeros de 2022 se sitúa ligeramente por debajo de los 5 millones de toneladas, un 4% menos. Según fuentes del sector, los ganaderos siguen enviando los animales viejos y menos productivos al matadero debido a los altos costes de producción y a los precios elevados que perciben cuando se destinan a carne.

Mientras tanto, y según datos del Observatorio Europeo del Mercado Lácteo facilitados por la Comisión Europea, el sector lácteo comunitario se encuentra en una situación que puede calificarse de insólita, con una producción corta a pesar de que han subido los precios. Esta situación se explica por los costes muy elevados, ya que la guerra en Ucrania sigue afectando a los mercados de materias primas agrarias, fertilizantes y energía. Los costes de la alimentación animal (una mezcla de cereales y harina de colza y de soja) han subido en un 80% respecto a 2020. Las obligaciones medioambientales, las exigencias de bienestar animal y la falta de mano de obra están provocando problemas en algunos Estados miembros. La producción en otros países clave, como Australia, Nueva Zelanda o EE UU también disminuye, por lo que cabe esperar que los precios de la leche y de los derivados sigan siendo altos a corto plazo.

Sequía

Por otro lado, la sequía sigue siendo una de las principales preocupaciones que tienen tanto los ganaderos como los agricultores, justo ahora cuando acaba de comenzar el nuevo año hidrológico. De un lado, los cerealistas tienen dificultades para realizar las labores previas a la sementera dado el estado de las tierras; además, las reservas de agua en los embalses se encuentran bajo mínimos, especialmente en cuatro cuencas clave como las del Guadalquivir, Guadiana, el Duero y el Tajo; asimismo, la otoñada no se presenta bien dada la escasez de precipitaciones al comienzo de la misma, lo que obliga a los ganaderos de extensivo a realizar la alimentación de los animales con piensos, cuyos precios están por las nubes. La subida de los costes de producción es otro de los problemas que tiene el sector agrario, con los combustibles, la luz y los fertilizantes por las nubes, en el caso de los agricultores; para los ganaderos, la principal preocupación es el precio de los cereales, oleaginosas y los piensos compuestos.