Consumo
Los cerveceros ganan la batalla europea contra las advertencias sanitarias en la etiqueta
La última propuesta de la UE descarta esta medida en el plan de trabajo de 2023. El “consumo sensato no es perjudicial”, asegura el sector
El sector cerveceroha tenido que enfrentarse a numerosos contratiempos desde hace años como el impacto de la pandemia con la consiguiente caída del consumo, la crisis de precios causada por el encarecimiento de las materias primas y la energía e incluso la imposición de un etiquetado de advertencia sanitaria o “health warning” en las bebidas alcohólicas. Sin embargo, parece que los cerveceros han ganado esta última batalla en el Parlamento Europeo. Así, pese a que la propuesta del nuevo Reglamento de la Información Alimentaria al Consumidor está prevista para el próximo año, la Comisión Europea no la ha añadido en la última versión del Plan de Trabajo para 2023.
No obstante, esta es tan solo una guerra, por lo que la portavoz del Partido Popular Europeo (PPE), Dolors Montserrat, ha asegurado que se debe continuar “alerta y vigilantes”. Así, desde la presentación de dicha propuesta, los populares europeos manifiestan haber conseguido diferentes objetivos para defender a este “importante” motor económico de nuestro país en Europa.
En primer lugar, desde el PPE se ha conseguido evitar que se criminalizara este sector, dado que se pretendía poner en el “mismo saco” el consumo abusivo de alcohol y un consumo moderado y responsable. En este contexto, Jacobo Olalla, Director General de Cerveceros de España ha asegurado que “la cerveza está reconocida legalmente como un alimento. No es perjudicial para la salud, sino que un consumo sensato puede ser beneficioso y es perfectamente compatible con una dieta moderada”. Por su parte, Herbert Dorfmann, Miembro de la Comisión de Agricultura ha explicado que pese a que el alcohol es un problema, es importante luchar contra un consumo abusivo, diferenciándolo de un consumo moderado que supone “parte de la cultura”.
Asimismo, este grupo ha explicado que se ha evitado poner al mismo nivel el consumo de tabaco con el cava, vino y cerveza, rechazando así etiquetas con advertencias sanitarias orientadas a “asustar al consumidor” tal y como aparecen en los paquetes del tabaco. “No hay ninguna evidencia científica sobre los efectos cancerígenos del alcohol, que no sean al mismo tiempo asociados a una alimentación no saludable y a un estilo de vida no adecuado”, sostienen desde el PPE.
Otro de los aspectos que afirman haber logrado los populares europeos ha sido eliminar la referencia al semáforo nutricional denominado Nutriscore, el sistema de evaluación de calorías, grasas, carbohidratos y proteínas elaborado por Francia, ya que opinan que no es “justo, real, ni claro”. En este contexto, Montserrat asegura que dicho sistema está “dañando” no tan solo a las bebidas alcohólicas, sino también a muchos otros productos tradicionales y naturales de nuestro país como puede ser el queso, el jamón o incluso el aceite de oliva.
“No apoyamos en Nutriscore de ninguna manera, busca comparar productos y parámetros que no son comparables y no se puede hacer de forma unilateral. Es un auténtico disparate incorporar unas advertencias y peligros en unos etiquetados que no coinciden con la totalidad de la evidencia científica, siendo una clara violación del derecho la libre producción”, ha aseverado Olalla. Por tanto, tal es el descontento generalizado respecto a este método que desde el PPE quieren proponer a la Comisión Europea que sea la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) la responsable de crear un sistema “armonizado y homologado” para los Veintisiete.
Por último, otro de los objetivos logrados por este grupo parlamentario ha sido incluir la referencia a la dieta mediterránea cómo régimen alimentario saludable, dado que constituye una forma de vida para muchos ciudadanos. “Somos una bebida milenaria que ha acompañado a nuestra sociedad y ha formado parte de nuestra dieta desde hace miles de años”, ha aseverado Olalla.
El sector cervecero: atractivo turístico
La cerveza es una de las bebidas más populares del mundo y su producción y elaboración es cada vez mayor. Tanto es así que Pierre Olivier Bergeron, el Secretario General de The Brewers of Europe ha explicado que hay más de 100.000 cerveceros en la actualidad y este sector emplea a más de 2,5 millones de personas en Europa.
En concreto, este sector supone un “gran dinamizador” de la economía española, ya que se posiciona como el tercer país productor de cerveza de la Unión Europea, tal y como asevera el Director General de Cerveceros de España. En este contexto, España es el segundo país, por detrás de Alemania, en el que la cerveza genera más empleo.
Asimismo, Olalla declara que nuestro país es el segundo en consumo total de cerveza, aunque el consumo per capita de los españoles está por debajo de la media. Esto se explica por la importancia del consumo de cerveza en el turismo, suponiendo de los “atractivos económicos y sociales de cara a los turistas que nos visitan”. “Entre el 20% y 25% de cerveza que se consume en España, lo consumen los turistas”, explica este director. En este contexto, casi el 90% de este alimento líquido que se consume en España está elaborado en el país.
Sumado a esto, de los más de 300.000 establecimientos de gastronomía que hay en el país, la cerveza supone entre el 25% y el 40% de los ingresos totales netos de estos locales. “Cuanto más pequeño es el bar, más porcentaje de sus ingresos proceden de la cerveza”, concluye Olalla.
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