Laboral

El teletrabajo no acaba de echar raíces en España

Mientras que la media de los que trabajan desde casa en la UE es del 24%, en España es del 15,5%. Los que no trabajan ningún día desde su domicilio son cada vez más

Oficinas vacías en el barrio madrileño de Las Tablas, uno de los distritos financieros de Madrid donde se concentra la principal actividad de comercio y finanzas de la metrópoli.
Oficinas vacías en el barrio madrileño de Las Tablas, uno de los distritos financieros de Madrid donde se concentra la principal actividad de comercio y finanzas de la metrópoli.Alberto R. RoldánLa Razón

La llegada de la pandemia hizo que los españoles tuvieran que enfrentarse a numerosos contratiempos y situaciones que no habían tenido que vivir hasta ese momento. A la sociedad se le presentó un nuevo escenario lleno de retos. El coronavirus, por ejemplo, impulsó a la fuerza el teletrabajo, por lo que miles de ciudadanos tuvieron que convertir su casa en su lugar de trabajo, dejando las oficinas en un segundo plano y cambiando drásticamente su forma de trabajar.

Tanto es así, que en España, el porcentaje de personas ocupadas de entre 20 y 64 años que teletrabajaban pasó de tan sólo el 8,4% en 2019 hasta el 15,2% al año siguiente, tal y como muestran los últimos datos de Eurostat recogidos por Funcas. No obstante, esta modalidad de trabajo que muchos auguraban que había llegado para quedarse no está arraigando. En 2021, el porcentaje de teletrabajo sólo se incrementó en 0,3 puntos adicionales, hasta alcanzar el 15,5%, mostrando así el estancamiento de esta modalidad de trabajo en España, que está muy por debajo de la media de la UE, que se sitúa en el 24,4%.

Rúbrica de que el teletrabajo no ha calado tanto como se creía es el porcentaje de aquellos ocupados que no trabajan desde su domicilio ningún día, que ha aumentado desde 2020. En el segundo trimestre del año del arranque de la pandemia, estos empleados representaban el 78,6% del total. Sin embargo, en el tercer trimestre de este año, este porcentaje ha aumentado hasta el 87,1%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Si el teletrabajo no avanza no es por su rechazo entre los trabajadores que lo han disfrutado. Su experiencia es valorada muy positivamente por los empleados que lo han practicado e incluso dos de cada tres de las personas que empezaron a trabajar desde casa tras el coronavirus preferían seguir haciéndolo después de la pandemia, según los datos recabados por una encuesta del Centro de Investigaciones Sociólogicas (CIS). Un 70,8% de los trabajadores de entre 18 y 34 años que empezaron a desarrollar su labor desde casa por la pandemia prefieren seguir teletrabajando, frente al 69,3% de los trabajadores de 35 a 54 años y al 54,4% de los trabajadores de 55 años y más.

Funcas cree que la insatisfaccción de los empresarios con esta modalidad ha llevado a su estancamiento

¿A qué se debe entonces este escaso crecimiento del teletrabajo? Funcas considera que «el escaso crecimiento del trabajo desde casa en 2021 sugiere que los empleadores españoles no están tan satisfechos con el desempeño laboral de quienes han teletrabajado durante la pandemia como los empleadores de otros países europeos en los que el teletrabajo ha crecido más en 2021».

La situación de España, donde el teletrabajo parece haber tocado techo, contrasta con la del resto de la Unión Europea. Exceptuando Luxemburgo y Austria, el porcentaje de ocupados que trabajan desde casa la mitad de los días o menos aumentó el año pasado en el resto de países. En Países Bajos, Irlanda y Bélgica, entre 2020 y 2021 se ha registrado un fuerte incremento del porcentaje de personas que trabajan de esta manera. Irlanda es el país en el que está más extendido trabajar desde el domicilio «habitualmente», es decir, al menos la mitad de los días de la semana laboral. Lo hace un 33% de sus trabajadores, frente al 24% registrado en los Países Bajos y el escaso 9,6% de España.

Países Bajos es el país de la Unión Europea que tiene la mayor proporción de personas ocupadas que trabajan «a veces» (menos de la mitad de los días trabajados) o «habitualmente». Si en 2020 contaba con un 42,7% de sus trabajadores en esta situación, en 2021 este porcentaje se incrementó notablemente, alcanzando el 57,6%. En el caso de España, el porcentaje apenas alcanza el 15,5%, muy por debajo de Países Bajos.

El grueso de los empleados que lo han probado valora este régimen de trabajo y querría mantenerlo

En otros países mediterráneos como Grecia e Italia, los porcentajes de ocupados que trabajan la mitad de días desde casa o menos casi se triplicaron también entre 2019 y 2021. En el caso de Portugal, continúa ostentando la mayor proporción de teletrabajadores de todo el sur de Europa.

En el caso de España, no sólo se da la circunstancia de que el teletrabajo haya arraigado menos que en sus vecinos europeos sino que destacan los niveles de personas que trabajan en horarios atípicos, sobre todo en fines de semana. Aunque no es un fenómeno exclusivo de España, sino muy típico del sur de Europa. Grecia, con un 40,2% de todos los ocupados trabajando los fines de semana, ocupa el primer puesto. Le siguen Italia y Francia -34,5% y 29%, respectivamente- y luego viene España (28,9%). Portugal es la excepción a esta pauta regional, registrando un porcentaje (20,7%) inferior a la media de la Unión Europea, que se sitúa en el 22,1%.

En lo que al sexo se refiere, la media de la Unión Europea muestra que los hombres y mujeres que trabajan los fines de semana es muy similar, con un 22,4% y un 21,8%, respectivamente. No obstante, en algunos países se puede observar que las mujeres trabajan más que los hombres en estos horarios, pese a que las diferencias son bastante pequeñas. En este sentido, en España un 29,3% de las mujeres trabajan en fin de semana frente al 28,6% de los hombres.

Las diferencias más significativas se observan cuando se analizan los diferentes regímenes de empleo. En este sentido, más de la mitad de los autónomos trabajaron en España los fines de semana en 2021 -el 50,6% de los que no tienen empleados a su cargo (frente al 39,9% de la Unión Europea) y el 52% de los que sí los tienen (frente al 47,6% de la UE)-. En cambio, en lo que a trabajadores por cuenta ajena se refieres, tan solo una cuarta parte de los empleados trabajaron en fin de semana (24,9%). Aunque esta cifra está muy por debajo de la registrada en autónomos, esta sigue por encima de la de la Unión Europea (18,8%). «Los autónomos afrontan más dificultades para alcanzar el equilibrio entre la vida profesional y personal que tan a menudo se reivindica», sentencian los analistas de Funcas.