IPC

La inflación cierra 2022 con los precios más altos en 36 años y la cesta de la compra como en la crisis de los 90

La inflación de los alimentos llega a su tasa histórica más alta, con el IPC subyacente en el 7% y el general en el 5,7%. La Comunidad de Madrid fue la autonomía con menor inflación al cierre de 2022: 4,9%

El presupuesto que los hogares españoles destinan a la cesta de la compra crece al mismo ritmo que lo hace la inflación de los alimentos, que alcanzó niveles récord en diciembre, con cuatro décimas más que en noviembre hasta alcanzar el 15,7%. Esta es la cifra más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994, con incrementos generalizados en los productos básicos, todos con precios por encima del que tenían un año antes. Una situación que no ha impedido que el Instituto Nacional de Estadística (INE) corrigiera la tasa de inflación del último mes del año, para dejarla en el 5,7%, una décima menos que el indicador que avanzó a finales del mes pasado, pero una décima más –en este caso al alza– en el dato adelantado de la inflación subyacente –la que no tiene en cuenta los alimentos frescos y la energía–, para dejarla en el 7%, la más alta desde noviembre de 1992, con una diferencia sobre el IPC general en más de un punto y siete décimas que en el mes anterior. Así, la tasa anual media del IPC cerró el año en el 8,3%, la inflación media más elevada en 36 años, desde 1986.

El bolsillo de los españoles seguirá sufriendo cada vez que tengan que hacer la compra, con todos los alimentos con un crecimiento anual de dos dígitos. Los que más han subido de precio son el azúcar (50,6%); los aceites y grasas (38,1%); la leche (37,2%); los huevos (29,8%); los productos lácteos (23,4%); los cereales (22,7%) y las patatas (22,6%). Pero otros muchos alimentos registraron subidas por encima del10%, como los preparados de legumbres y hortalizas (15,7%); el pan (15,4%); otros preparados alimenticios (15,2%); la carne de ave (15,1%); la carne de porcino (13,8%); la carne de vacuno (13,2%); el agua mineral, los refrescos y los zumos (12,8%); las legumbres y hortalizas frescas (12,3%); crustáceos, moluscos y preparados de pescado (12,2%); café, cacao e infusiones (11,5%), y otras carnes (11,4%).

Desde el Gobierno defienden que la bajada del IVA en los productos básicos aprobada en diciembre no se verá reflejada hasta el mes que viene, aunque la desaparición del descuento en los combustibles –que se aplicará únicamente a ciertos sectores profesionales– compensará en negativo ese recorte. Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos insistieron ayer en que la evolución de la inflación confirma «la eficacia de las medidas adoptadas», que no han impedido el récord inflacionario de los alimentos. Por ello, la ministra Yolanda Díaz acusó a las empresas de distribución como responsables directas de esta situación. «Esta subida se explica por los beneficios de las empresas. No se puede admitir, y se está demostrando, que una parte de la inflación subyacente se explica solamente por esto, por los beneficios de la empresas», espetó.

Pero no solo los precios de la cesta de la compra siguieron al alza. Otros grupos cerraron también con subidas mensuales. Tuvo un mal comportamiento en diciembre el grupo del vestido y el calzado, con una tasa del 1,8%, casi dos puntos superior a la del mes anterior. El INE interpreta que esta evolución se debe a que las primeras bajadas de precios de la campaña de rebajas de invierno son más moderadas que en diciembre de 2021. Ocio y cultura registraron una tasa positiva del 1,8%; la vivienda presentó una variación del 0,7% al alza, consecuencia de la subida de precios de la electricidad; los precios de hoteles, cafés y restaurantes se elevaron un 0,7% y el de las bebidas alcohólicas y el tabaco, un 2,9%.

Por contra, los grupos que destacan por su influencia en el descenso anual de la inflación son la vivienda –que disminuye su variación cinco puntos y medio, hasta el 4,5%, por una menor subida de la electricidad que hace un año y la mayor bajada del gasóleo para calefacción– y el transporte, debido a la bajada de los precios de carburantes y lubricantes.

En términos mensuales –diciembre sobre noviembre de 2022–, el IPC registró un aumento de dos décimas, en contraste con el descenso del 0,1% experimentado en noviembre. En este ascenso influyeron también los alimentos, que elevaron sus precios un 1,6% respecto al mes anterior, el encarecimiento de los paquetes turísticos internacionales (16,3%) y nacionales (16,2%) y el aceite de oliva (8,3%). Lo que más bajó fue el gasóleo (-12,3%) y la gasolina (-10,1%).

La tasa del IPC disminuyó en todas las comunidades autónomas. Los mayores descensos se produjeron en Cantabria, La Rioja, Castilla y León y Castilla-La Mancha, con bajadas de 1,4, 1,4, 1,3 y 1,3 puntos, respectivamente. Por su parte, las menores reducciones se produjeron en Baleares, de 0,8 puntos, y en Comunidad de Madrid, Extremadura y Principado de Asturias, con descensos de 0,9 puntos en cada una. Así, la tasa final de IPC fue: Cantabria (5,3%), La Rioja (5,8%), Castilla y León (6,5%) y Castilla-La Mancha (6,8%). Las menores reducciones se produjeron en Baleares (5,5%) y en Madrid (4,9%).