Energía

El “espejismo” de enero: cierra con la factura de la luz más baja en 14 años

El recibo medio de un hogar será de 67 euros por los 133 euros de hace un año, según Facua

Una bombilla y un enchufe
Una bombilla y un enchufeJUNTA DE ANDALUCÍAJUNTA DE ANDALUCÍA

Enero de 2023 ha sido el enero con la factura de la luz más baja en 14 años, según el análisis de Facua-Consumidores en Acción sobre la evolución de la tarifa semirregulada (PVPC). El recibo del usuario medio ha experimentado una bajada interanual del 49,5% este mes.

Así, un usuario con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y un consumo de 366 kilovatios hora (kWh) mensuales pagará un recibo de 67,20 euros, frente a los 133,06 euros de hace un año.

Si se compara con el recibo del pasado diciembre, cuando se situó en 89,82 euros, la bajada mensual ha sido del 25,2%.

Para encontrar un enero con una factura más baja hay que remontarse a 2010, cuando se situó en 61,78 euros. Asimismo, es la primera vez que el recibo del usuario medio se sitúa por debajo de los 70 euros desde febrero de 2021.

Sin embargo, la situación de enero se ha visto beneficiada por la alta eolicidad y las fuertes borrascas, lo que ha provocado una mayor generación eólica e hidráulica, así como con un clima más suave de lo normal para el arranque del año. Los expertos y algunos directivos auguran una escalada de los precios energéticos para los próximos meses que dejarán en un “espejismo” la situación de este enero.

Además, la organización de consumidores ha expresado su satisfacción ante la propuesta remitida por el Gobierno a Bruselas de sacar la nuclear y la hidroeléctrica de la subasta marginalista. Se trata, según recuerda Facua, de una de las reivindicaciones que la asociación trasladó a Teresa Ribera en 2021 y que inicialmente no fue aceptada por la vicepresidenta tercera.

Facua reclama al Gobierno que exija a la Comisión Europea el punto y final a la subasta marginalista, un mecanismo por el que tecnologías de generación eléctrica extraordinariamente baratas acaban costando a los consumidores lo mismo que las más caras.

Bono social y exceso de potencia contratada

Junto a la reforma planteada por el Gobierno a Bruselas, la asociación considera esencial que una medida tan importante para proteger a los consumidores más vulnerables como el bono social tenga la debida difusión, dado que año tras año las cifras constatan que la gran mayoría de sus beneficarios potenciales no lo solicitan. Y no lo hacen, según Facua, porque desconocen su existencia y características o debido a que creen que no tienen derecho a recibirlo. A día de hoy, el Gobierno continúa sin emprender campañas de publicidad institucional potentes sobre estos descuentos.

Pero si esencial es que los consumidores conozcan el bono social, aún más lo es que entiendan los conceptos incluidos en la factura, y para ello la asociación reclama igualmente tanto cambios regulatorios como campañas institucionales. Así, señala que no es fácil comparar las distintas ofertas existentes en el mercado cuando la factura que abonan los ciudadanos en la actualidad es difícil de comprender, algo que se ha agravado desde la implantación de los tramos horarios (punta, llano y valle) y aún más con la entrada en vigor del tope al gas.

Y más allá de estas cuestiones, la asociación reclama medidas para fomentar que los consumidores optimicen la potencia contratada en sus viviendas. Los consumidores domésticos pagan a las eléctricas muchos cientos de millones de euros de más cada año por el exceso de kilovatios que figuran en sus contratos. Según el último Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), correspondiente al segundo trimestre de 2022, siete de cada diez viviendas tienen contratada una potencia superior a la que necesitan.

El usuario medio utilizado por Facua en sus análisis tiene una potencia contratada de 4,4 kW -la misma en horario punta y valle- y un consumo de 366 kWh mensuales. Es un perfil elaborado tras el análisis de varias decenas de miles de facturas de viviendas habitadas.