El Mediterráneo, gran perdedor del pacto de pesca de la UE

Los Veintisiete han llegado a un acuerdo sobre las cuotas pesqueras para 2024 tras unas negociaciones maratonianas que han durados dos días y dos noches. Al término del encuentro , el ministro de Agricultura y Pesca español, Luis Planas, se mostró satisfecho con unos «resultados muy positivos» ya que el pacto final supone que «en la mayoría de las pesquerías más significativas hemos incrementado volumen y valor de capturas».

Entre estas pesquerías, el ministro citó el incremento respecto al año anterior por parte de la merluza sur con una subida del 9,7%, lo que supone «la cuota más alta en lo que llevamos de siglo», lo que beneficiará a las flotas de Galicia, Asturias, País Vasco y Andalucía. El rape experimentará también un aumento del 7,2% en las mismas flotas anteriormente citadas y el gallo un 11,4%, mientras el jurel del sur que se pesca en Andalucía y Galicia también se beneficiará de un incremento del 5,3%.

Una de las prioridades de España era amortiguar el recorte previsto para las capturas en el mar Mediterráneo, el tema que precisamente ha alargado estas negociaciones durante horas. La Comisión Europea había planteado una reducción en el 9,5% de los días que los pescadores pueden salir a faenar, lo que suponía alcanzar una reducción del 40% establecido en el plan plurianual. España pretendía poner en marcha medidas selectivas en los días de faena y también instrumentos compensatorios y esperaba mermar el recorte inicialmente previsto. Finalmente se ha llegado a un acuerdo para un mecanismo de compensación de entre el 4,5% al 6% según se cumplan una serie de condiciones. Si los pescadores se acogen a los tres requisitos establecidos, el saldo será tan sólo del 3,5% lo que significa que la reducción de días será sensiblemente inferior a la propuesta inicial de la Comisión Europea.

A pesar de esto, la consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de Andalucía Carmen Crespo, calificó este acuerdo como «un jarro de agua fría» en lo que respecta a las capturas en el Mediterráneo. La consejera reprochó que el pacto final no haya tenido en cuenta «ni la recuperación de los stocks, ni el esfuerzo pesquero que se ha hecho a lo largo de estos años, ni la derivada económica de un sector vulnerable, que diversifica la costa y que es fundamental para los intereses de los andaluces, de los españoles y de los europeos». Crespo ha explicado que se ha bajado un 20% en la pesca de la cigala, que «ya estaba en 35 toneladas», y un 5% en la gamba.

En cuanto al resto de las especies, las capturas de la anchoa del Golfo de Vizcaya se mantendrán en 33.000 toneladas, «que es la misma cantidad que disfrutábamos hasta ahora», según explicó Planas. En cuanto a la cigala en el este del Cantábrico, en Galicia y Cantabria, se mantiene abierta la pesquería y se podrán capturar 12,4 toneladas, un 3% más. Para la cigala del golfo de Cádiz, también permanece igual la misma cuota de 2023, 32 toneladas.

Novedades

A pesar de que las maratonianas negociaciones sobre las cuotas pesqueras son una liturgia que se repite una vez al año, en esta ocasión ha habido algunas importantes novedades ya que se han establecido por primera vez cuotas fijas plurianuales que cubran dos o tres años con el fin de mejorar la planificación de las empresas pesqueras. La Comisión Europea aceptó fijar cuotas plurianuales en nueve zonas para la solla, el merlán, el abadejo, la cigala y el lenguado. Para España, que lidera las negociaciones al ocupar la presidencia europea hasta finales de año, éste es un paso importante que en los próximos años debe ampliarse a otras especies.

En la reunión también ha sobrevolado la sentencia que se conocerá el 11 de enero sobre las posibilidades de pesca en las aguas irlandesas y las que rodean esta isla con Francia. El dictamen preliminar del abogado general, que suele predecir el sentido final de la sentencia, calificó como no válido el reparto de las cuotas en 2020 en relación al bacalao del mar céltico. El fallo definitivo puede marcar el grado de decisión de los países europeos y el fundamento científico de la propuesta inicial de la Comisión Europea sobre la negocian las capitales.

Fuentes diplomáticas españolas no plantean en principio que este veredicto tenga repercusiones retroactivas, pero reconocen la importancia de estudiar los dictámenes científicos con cuidado para saber los márgenes con los que cuentan las capitales europeas a la hora de fijar el reparto. El punto de disputa son las especies que cuentan con cuota 0. Esto significa que, debido a criterios medioambientales, no se pueden pescar pero sí está permitido un determinado margen si caen por casualidad en las redes. Planas ha calificado como «una espada de Damocles» esta sentencia.